Isabel, te follaba una y otra vez
Fecha: 19/04/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Autor: gungnir, Fuente: RelatosEróticos
... conciencia… Es decir, aunque se aburriese, se entretenía.
Dio a su mente un descanso cuando al fin ya todo acabó y pudo volver a su habitación. Ya durante las charlas había recibido un par de mensajes de Isabel acompañados de emoticonos para comentar entre ambos lo mucho que se aburrían. Ella era así de amigable, a veces era demasiado cercana. Ella siempre solía decir que un problema que tenía era el que se abría a la gente y no ocultaba nada y que cuando la gente le fallaba se cerraba a ellos. Decía que eso le traía problemas desde siempre, aun así nunca quiso ni hizo por intentar cambiar esto. Lo cierto es que le apetecía el quedar con ella y tomarse unas copas. Charlar un poco con alguien y salir un poco siempre es algo que gusta y la verdad es que le caía bien Isabel. Ella no es la única persona con defectos, es una persona como todos los demás; Carlos podía tener tantos, o más defectos que ella. Y él era bien consciente de ello.
Qué cojones, me han entrado bastantes ganas de ir a tomar unas copas con esta mujer. Qué coño, venga, vamos pa’llá.
-Carlos se preparó para ir a cenar, lo cual significaba ducha y vestirse, nada más, no era alguien que echase mucho tiempo en prepararse. Se puso una camisa, no por petición de ella, sino porque era sábado noche y le gustaba ir bien (lo que para él significaba ir bien) para cenar y unas copas.
Habían quedado en que ella iría a su habitación a reunirse con él. La habitación de ella estaba plantas más arriba, así que se ...
... dispuso así. Carlos se sorprendió en absolutamente nada cuando ella llamó a la puerta, ya que llegaba 30 minutos tarde de la hora pactada. En fin, era ella; habría estado preparándose a conciencia para estar perfectamente arreglada y muy guapa. De hecho, no le habría extrañado el haber recibido mensajes de ella pidiéndole opinión sobre si ponerse tal o cual conjunto, ella era así de cercana; no obstante, no recibió nada. Fue a abrir la puerta con curiosidad por saber que modelo habría elegido para esa noche, curiosidad por ver cuánta fuerza de voluntad iba a usar para mantener la mirada en el rostro de ella.
Abrió la puerta y saludó a Isabel, que por supuesto estaba guapísima. Iba con tacones bajos, con uno de estos zapatos que permiten moverse bien y bailar, Carlos no tenía ni idea de ropa ni zapatos, el sólo dilucidaba que tenía el tacón justo para ser tacón y poder menear el esqueleto cómodamente. Ella mediría en torno a metro sesenta y mucho, Carlos le sacaba media cabeza y él medía metro setenta y cinco. Ambos estaban en las medias de altura para su sexo y nacionalidad. Isabel había elegido uno de esos vestidos de tubo de una sola pieza que se compone de minifalta y escote palabra de honor, tenía uno de esos cortes verticales en la falta para dar más movilidad a la mujer que lo llevara, también servía de escaparate del muslamen que gastase la fémina en cuestión que llevase dicho trapito. El vestido era azul marino, o ese color tenía a ojos de Carlos. Él era sin duda el ...