Isabel, te follaba una y otra vez
Fecha: 19/04/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Autor: gungnir, Fuente: RelatosEróticos
... tal, por aquello de no morir de hambre. Los domingos me gusta dedicarlos a limpiar el piso y cocinar para toda la semana. Ya ves, estoy hecho todo un amo de casa, un partidazo.
-Sí, ya veo. Desde luego. Más quisiera yo que mi Kike cocinara, pero siempre está en el trabajo. Bueno, qué te voy a contar que tú no sepas ya. Oye, ¿qué es eso de la secta?
-Ah, sí, perdona. Es como llamo yo al crossfit. Es que son una puta secta. Y yo un sectario más. Si estuviese embichado, pues todavía parecería un crossfitero yo, pero siendo delgadito no sé ni para que sigo dejándome la pasta todos los meses. Pero bueno, me mola la verdad.
-Ah, sí. Tú ya hacías el crossfit ese antes, se te nota el ejercicio hombre. Estás fuertote. Seguro que estás muy fuerte y las mujeres van de detrás de ti.
-Sí, no veas. No hago más ejercicio porque no quiero ponerme demasiado fuerte -imprimió su tono de fingida fanfarronería a sus palabras-. No hago fuerza a hora para no romper otra camisa más. Estar tan petado es una maldición
-Sí, seguro que sí lo es.
-Y Kike qué, ¿cómo anda?
-Pues bien, la verdad. Bueno, tu sabes, siempre liado en el trabajo, que tengo que llamarlo muchas veces para que venga a casa. Bueno, en fin, lo de siempre. Para irnos de vacaciones a algún lado es una batalla. Que si no se quiere ir, que si no puede dejar la empresa tanto tiempo… En fin, un rollo.
-Sí, ya. Lo típico de él, que quiere tenerlo todo bajo control.
-Claro. Y yo le digo que eso no puede ser. Que ...
... tiene que delegar un poco y confiar en los demás. Pero bueno. Así son las cosas y cada cual tiene lo suyo. La verdad es que no me puedo quejar mucho, tenemos trabajo los dos, mi hijo se lleva bien con Kike y la verdad es que los findes casi siempre hacemos algo. Estoy bien, la verdad -le dedicó una sonrisa feliz.
-Bueno, pues mira. Te va bien, entonces.
-Y oye, cuéntame, ¿no tienes novia?
-Qué va.
La siguiente pregunta solapó con el final de las palabras de Carlos- ¿Ni un rollete tampoco? Venga, ¿alguien habrá?
-Qué va. Solo en la vida. Así sigo.
-Bueno -alargó la primera vocal tal y como solía hacer tantas veces-. Ya encontrarás a alguien. ¿Y la recepcionista de antes, qué? Te vi mirándola. ¿Te gusta? Ve a por ella hombre, aprovecha tú que puedes.
-No sé, no creo. Me parece que tiene novio la mujer -era mentira, bueno, no lo sabía. Se lo inventaba para que le dejase tranquilo. No le gustaba cuando la gente le instaba a entrar a tal o cual tía.
-¿Y qué más da chiquillo? Pero no seas tonto y háblale hombre. Seguro que te la ligas. Venga, yo te ayudo.
Desvió el tema de conversación adulando a Isabel amistosamente- Que va, mujer. Yo sólo tengo ojos para una mujer, y la tengo sentada delante. No tengo ganas de perder el tiempo con una chiquilla con el pelo colorao cuando tengo a una mujer a la que conquistar.
Los dos mantuvieron la seriedad que exigía la actuación del momento y entonces estallaron a reír ambos.
La cena trascurrió sin más percances. ...