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La viuda
Fecha: 20/04/2024, Categorías: Bisexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Estaba en un supermercado y una mujer sobre los sesenta y cinco o setenta años con algunos kilos de más mantenía una conversación con una de las empleadas la empleada no tenía mucha idea de lo que le preguntaba la mujer y entre la conversación era sobre bombillas para cambiar halógenos en la casa de la señora. Me ofrecí a asesorarla preguntándole qué es lo que tenía colocado y demás ella no tenía mucha idea y me preguntó si le podía ayudar a colocarlos que ya me pagaría yo le dije que no era un profesional que tenía algo de idea pero no sé por qué acepté. Me dio su teléfono y me dijo que sin prisa le llamase un día para ver lo que tenía en casa y así poder cambiarle. Diez días después saque tiempo un sábado por la tarde la llamé a la mañana y me dijo que no tenía ningún problema en recibirme la tarde dándome la dirección me presenté en su casa en la calle hacía frío pero en aquella casa el calor estaría sobre los veinte o veintidós me quité la cazadora y una chaqueta que llevaba para así poder estar más cómodo la mujer estaba embuchada en un pijama donde se notaban sus curvas grandes nalgas ancha de caderas y un pecho generoso que por los balanceos se notaba que iba libre de sujetador. Después de hacer unas comprobaciones de lo que quería esta señora apunté el número de bombillas y tipo para cambiárselo todo a Led preguntándome la mujer que le cobraría le dije que hola lo podía hacer gratis ella insistió en pagarme a lo que yo le contesté que no le iba a cobrar ...
... nada y en cualquier caso que me lo pagase con un café algún día. El café me lo sacó en aquel momento y me invitó a sentarme en el salón con una caja de pastas que abrió en aquel momento preguntándome si tenía prisa, contestándole yo que no hablamos de todo un poco confesándome que ella se había quedado hacía un par de años viuda y que en ese momento tenía 67 años y se encontraba sola ya que no tenía hijos, me interrogó un poco sobre mi vida contándole yo solamente lo que a mí me interesaba evidentemente así transcurrimos más o menos una hora el momento en que le dije que podía ir a mirar el material si quería que le instalase parte de él en aquel momento. La mujer me contestó que estaba a gusto con la conversación y que no le importaba que viniese otro día hacer la instalación. La mujer estaba sentada frente a mí con las piernas separadas y podía ver el pijama aquel pegado como marcaba una zona distinto color no estaba seguro si era humedad o los pelos de su pubis, me la estoy imaginando desnuda y teniendo sexo con ella y el calentón me estaba subiendo, creo que la mujer se dio cuenta de aquella situación haciendo el comentario de que se hacía demasiado calor para mí me podía quitar la chaqueta que llevaba puesta . Yo entre risas hice el comentario que podía terminar sin nada de ropa, a lo que la señora contestó sin arrugarse que a ella no le importaba, volviendo a reírnos ambos, yo añadí que era una tentación. Me levanté de aquel sofá pensando en marcharme ...