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La viuda
Fecha: 20/04/2024, Categorías: Bisexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... y con tu edad no estaría completamente desnudo interesándome por tu cuerpo. Me puse de rodillas ante ella y le dije que lo único que me me podía echar para atrás era una persona no aseada, Marisa contestó rápidamente que se había duchado minutos antes de llegar yo y que una cosa era que su cuerpo no estuviese depilado y otra su limpieza. Mis manos agarraron el elástico del pijama mirándole a los ojos le dije a Marisa que si me daba permiso para bajarlo, ella levantó el trasero del sofá para facilitarme la maniobra y empecé a deslizar aquel pijama hacia abajo apareciendo su pubis bien poblado llegando hasta su vagina pelos largos negros y grises. Me acerqué y besé allí donde empezaba su raja y olís que el perfume que desprendía la zona estaba mojada muy húmeda y deslice mi lengua desde su raja hasta su clítoris sintiendo como ella se estremecía en un largo jadeo. Me senté al lado de ella buscando su boca que no rechazó y nos fundimos en un largo beso con lengua. Marisa estaba excitada y a la vez muy nerviosa la tenía completamente desnuda al igual que yo le sugerí que fuésemos a su dormitorio, se levantó como un autómata yendo yo tras ella acariciándola su espalda y su trasero nos metimos en la cama y la tapé con las sábanas besándola y acariciándole sus pechos y de vez en cuando acariciando su clítoris y metiendo mis dedos en su vagina bien húmeda para luego llevarlos a la boca diciéndole que me gustaba y que estuviese tranquila diez minutos después tuvo ...
... un orgasmo entre jadeos y llantos mojando toda mi mano con sus flujos, y yo para darle mayor satisfacción y compromiso bajé a su entrepierna donde conseguí darle su segundo orgasmo. Marisa cuando se recuperó me lo agradeció de mil amores besándome y tocándome mi picha diciéndome que si quería que se me la chupase, yo le contesté que no era necesario y que ella tenía que saber lo que quería hacer que a mí me tenía para lo que quisiera para darle el placer sin nada a cambio que yo podía ser su amante o su esclavo sexual. Marisa automáticamente contestó me gusta lo de que seas mi esclavo sexual y explorar más cosas. Nos quedamos dormidos durante un buen rato hasta que ella se levantó y abrió un cajón de un armario enseñándome en sus manos varios consoladores alguno bastante grande. Ves este es mi secreto estos son mis amantes y ahora podrán ser los tuyos también me explico que el más gordo y largo lo usaban su vagina y el resto eran anales. Yo no le di mayor importancia y le dije que podíamos jugar indistintamente si es lo que a ella le gustaba, yo le contesté que el sexo era algo fabuloso y que si no había tabús mejor todavía, ella me preguntó si podría penetrarme con alguno de aquellos consoladores , con el que quieras Marisa, ella contestó asombrada diciéndome que si el gordo también me entraría . Seguro que sí alguna verga de ese tamaño ya me han metido en algún trío. Ella me pidió jugar un rato con los conservadores y así estuvimos penetrándonos uno ...