1. Gracias a mi jefe…


    Fecha: 24/04/2024, Categorías: Dominación / BDSM, Gays Transexuales Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30

    ... uisquí de mis labios, él me plantó sus labios encima de mi boca.
    
    Por unos cuantos segundos me quedé como petrificada, mi segunda reacción fue la de tratar de separarnos, pero finalmente me entregué en sus brazos, por espacio de un buen rato nos seguimos besando intensamente.
    
    A medida que me besaba, continuó acariciando casi todo mi cuerpo, hasta que de momento se detuvo, a ver cuál era mi reacción.
    
    En esos momentos fueron mis manos, las que de manera torpe y desesperada buscaron su verga.
    
    Mi jefe se recostó retirando sus manos, mientras que yo, me di a la tarea de sacar su erecta verga de su escondite, por unos instantes la tuve ante mí, sin saber que hacer realmente.
    
    Mis dedos comenzaron a subir y bajar por todo el grueso tallo de su verga, hasta que al levantar mi mirada y verlo a los ojos, me hizo una pequeña seña con sus labios, la que de inmediato comprendí, llevando mis labios a su verga.
    
    Para ser la primera vez que yo mamaba una verga, pienso que lo estaba haciendo de maravilla.
    
    Pero de momento, retiró mi boca de su verga, y colocándose tras de mí, levantó la falda que usaba, me bajó los pantis y dirigió su miembro al centro de mis nalgas.
    
    Fue cuando reaccioné diciéndole que no, pero ya era tarde, aunque traté inútilmente de zafarme, y escaparme del, me tomó por las caderas y apretando su cuerpo contra el mío.
    
    En ese momento comencé a sentir como su verga comenzó a penetrar mí el culo, a medida que yo gritaba que me lo sacase, pero a medida ...
    ... que más gritaba de dolor, más excitado se ponía mi jefe y más duro me apretaba contra su cuerpo.
    
    Mi llanto no cesaba, y comencé a decirle que por el amor de Dios me lo sacase, fue cuando me dijo de manera bien dura al tiempo que me dio una ardiente nalgada. “Mariconcito desde que entraste por esa puerta sabías que esto te iba a pasar, ahora disfrútalo, puta no me vas a dejar caliente, prendiste el fuego, ahora te toca apagarlo, así que ponte a mover esas nalgas”.
    
    En esos momentos su cuerpo se encontraba totalmente pegado al mío, yo no dejaba de llorar, pero lentamente comencé a mover mis nalgas, de lado a lado.
    
    Mientras que él se dio a la tarea de ir metiendo y sacando toda su dura y gruesa verga de entre mis nalgas.
    
    A medida que más me lo seguía metiendo y sacando, más movía yo mis nalgas, mi voz se volvió a tornar dulce y seductora, a medida que le pedía que me diera más y más duro.
    
    Con sus dientes mordisqueaba mi nuca y gran parte de sus orejas, a lo que yo respondía quebrando mi cuerpo bajo el del, el placer que me proporcionó fue único, y al momento de finalmente venirse decidió hacerlo por completo dentro de mí.
    
    A penas saqué su verga de entre mis nalgas, dejé escapar un profundo gemido de placer, por un rato ambos nos quedamos quietos.
    
    Pero de momento, mientras él dirigía al baño para lavar su verga, le di las gracias.
    
    Cuando regresó a la sala, yo me estaba incorporando, clavé la mirada en el piso, permanecí callada por unos instantes, hasta que ...