Los amigos de mi hijo - Relatos Eróticos

Los amigos de mi hijo

... coño cerca de ella, y con otro movimiento la fui introduciendo dentro de él, y, una vez más comencé a montar ese miembro, el más grade que hasta ese momento había poseído.

El reaccionó acariciándome le vientre y los pechos lo hacía muy bien era un chico muy dulce y yo no podía dejar de pensar como un padre y un hijo se pueden parecer tanto físicamente y ser tan diferentes en personalidad.

En esta postura tuve varios orgasmos, a cada cual más deliciosos, me hubiera encantado que esto no hubiera parado nunca pero finalmente noté un movimiento de ese pollón y se corrió dentro del condón, me salí y volví a coger el papel higiénico, saque, otra vez el condón, que tire en una papelera, y luego le limpie la polla, después nos duchamos, nos vestimos y le llevé en mi coche cerca de su casa, donde no despedimos con un beso apasionado.

Ese fin de semana el equipo de mi marido jugaba fuera de su campo, así que nos fuimos al pueblo, mi cuñada y su marino también fueron, y mi hijo se decidió a acompañarnos, mientras mi hija se quedó en la capital, mi sobrino también.

El partido era el sábado por la tarde, mi marido y el marido de mi cuñada quedaron para ir a verle a un bar del pueblo de al lado, mi hijo se fue con Kelly e Iván, mi cuñada se vino a casa para pasar la tarde juntas, podía ser una buena ocasión para hacer cositas jajaaj.

Mi cuñada y yo, recién idos nuestros mariditos comenzamos a besarnos cuando mi hijo me llamó, el muy cabrón me contó que quería quedarse a ...

... solas con Kelly y me pedía que le entretuviera, menudo cabrón.

El asunto es que unos minutos después apareció Iván, la verdad es que concentrada como estaba en Aitor no me había dado cuenta de que era atractivo, quizá era la calentura que las dos teníamos, pero mi cuñada también lo miró con ojos de fiera a la caza, hubo una mirada de complicidad entre nosotras, el chico me dijo que mi hijo quería que le llevara un jersey, me fui a buscarlo a su habitación y cuando volví mi cuñada y el chico estaban dándose un buen morreo.

Hice un gesto para que se dieran cuenta de que estaba allí y el chico se asustó, yo les giñé un ojo en señal de complicidad y dije:

- Yo también quiero participar

Y me senté al otro lado del sofá de manera que Iván estaba entre las dos, ahora el morreo fue para mí, mientras mi cuñada comenzó a sobarle el paquete por encima del pantalón, le noté un poco nervioso, así que le pregunté:

- ¿Eres virgen?

Se puso un poco rojo, lo que era una forma de reconocer que sí.

- Tranquilo cariño, aquí tienes a dos mujeres dispuestas a que dejes de serlo, y de que esta sea para ti una experiencia maravillosa.

Y le dio un beso cariñoso en la boca, les propuse ir a nuestro cuarto de matrimonio y subimos allí, cada una llevaba al chico agarrado de una mano, al llegar al cuarto puse una colcha vieja sobre la cama, y primero mi cuñada y luego yo dimos al chico un beso en la boca, mientras yo le besaba mi cuñada le desabrocho el cinturón, luego los pantalones y ...