1. El cuarto prohibido de mamá - 05


    Fecha: 25/04/2024, Categorías: Incesto Autor: Barbara Lopez Rucci, Fuente: TodoRelatos

    ... realidad, podía intentar sacarla con dos o con tres, pero el culo de su madre en ese momento se había transformado en el juguete sexual perfecto. No podía evitarlo, se sentía en el mejor momento de toda su vida. Su pene estallaba y casi sentía que podía eyacular sin siquiera tocarse. Ya se asomaba su extremo por encima del elástico del bóxer, con una gota de líquido preseminal que desparramó en un breve instante en el que soltó la nalga izquierda de Beatriz.
    
    —Crees que podemos descansar un poco.
    
    —No me molesta, pero si saco mis dedos mucho tiempo tendremos que comenzar de cero…
    
    —¿Y si cambiamos de posición?
    
    Eso sonaba un poco mejor. Julián solo tenía una certeza: detenerse no era opción. Retiró los tres dedos cuando ingresaron completos, y dejó que su madre se acomodara de la forma que deseaba. Estaba empapada en sudor, agitada y con uno de los pechos escapado por el escote del camisón. Se recostó de espaldas y con las manos tomó sus rodillas para levantarlas. Solo con un gesto, Julián le indicó que las separara un poco más, y entonces la visión más perfecta de esa hermosa vagina le fue regalada. Esta vez, su mano libre se apoyó cerca del sexo. En el pequeño espacio donde la pierna comenzaba y los vellos recién nacidos de Beatriz marcaban más presencia.
    
    Los tres dedos volvieron a buscar el lugar donde más cómodos se sentían. Pegados entre sí, vulneraron la frontera del ano y se enterraron una y otra vez. Podía verse en el orificio de la vagina como la carne se ...
    ... movía con cada envestida, que más que una búsqueda parecía una masturbación.
    
    Entre dolorida y gustosa, Beatriz respiraba con la boca abierta, y con los ojos en blanco. A veces mordía sus labios y otras se los relamía. Y, Julián creía, que si no se tocaba era porque sus manos estaban ocupadas en sostener las rodillas.
    
    —No entiendo que… q-que es lo que haces… ¿Por qué haces esto?
    
    —Si te meto cuatro dedos de un momento al otro te lastimaré, estoy ayudando a la dilatación para poder sacar las esferas sin provocarte dolor…
    
    —Está bien —dijo Beatriz, con una resignación a la altura de su agitación.
    
    El cuarto dedo ingresó, sin que los demás salieran. Desde al índice hasta el meñique, los cuatro dedos largos de Julián estaban dentro de su madre que soltó un gemido gatuno en ese momento.
    
    —¿Te duele, mami? —preguntó Julián.
    
    —N-no —respondió ella.
    
    —¿Y por qué gritas? —preguntó Julián, de forma macabra.
    
    Pero aun en esa situación, su madre no le dio la respuesta que deseaba. Podía gemir de placer, pero jamás lo revelaría. El pezón de su pecho visible estaba duro y, si alguna duda quedaba, su vagina la despejaba. Un hilo de flujo se derramaba de ella y caía sobre los dedos de Julián, que ya habían ingresado tan profundo como para que al siguiente centímetro fuese la palma de su mano la bendecida con sentir el calor interno de Beatriz.
    
    —Voy a tomar las bolas, ¿está bien?
    
    —S-si mi amor —respondió Beatriz.
    
    Sin un gran esfuerzo, Julián atrapó el juguete en el ...