1. Maestra en mini (partes 1 y 2)


    Fecha: 17/05/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: pinkdemon, Fuente: CuentoRelatos

    ... hombros, el roce de la tela me estremece, termino de colocarme el liguero y la tanga después me veo ante el espejo, es perfecto, cualquiera diría que está dibujado sobre mi piel.
    
    Se acerca sus manos amasan mis tetas y yo jadeo mientras noto su erección clavada en mis nalgas.
    
    ¿Y qué dirá tu marido si nos viera así? Me dice, mientras atrapa mi pelo con las dos manos y lo sube creando una especie de recogido, sus dedos intencionados suben con suavidad por mi cuello, coloca su cabeza encima de mi hombro desde atrás de tal forma que vemos estupendamente su cara y la mía juntas en el espejo, no sé, ¿le preguntamos? Le digo mientras posa sus labios sobre mi cuello dejando en él un húmedo beso que me estremece, nuestros ojos chocan en silencio a través del espejo de nuevo, le envío una sonrisa lasciva, mi amante me da la vuelta, deshace el nudo del listón que sujeta la fina prenda y se pone a comerme las tetas.
    
    Gimo al sentir su boca húmeda rebosante de erotismo, mama mis pezones con habilidad, los muerde, jala de ellos para succionarlos y lamerlos descaradamente, siempre desee probar tus tetas, masculla arremetiendo contra ellas, acaricio su pelo entre cano con mis manos, dándole vía libre a mis pezones, me voltea hacia el espejo de nuevo para que podamos vernos bien, me empuja suavemente sobre el espejo, separa mis piernas con suavidad, sus manos suben el negligé hasta mi cintura, me gusta, me siento tan sexy, tan estimulada, me quita la diminuta prenda comienza a ...
    ... besarme con deleite la columna, me deja así recargada en el espejo mientras observo como se saca su tremenda verga, por fin la observo en plenitud, grande, prieta, retadora, me quita la tanga, la echa a un lado, para posicionarse a la entrada de mi vagina y frotarla en mi humedad aferrado a mis caderas, jadea como un perro, el alma casi se me sale al desviar mis ojos a la puerta y ver a mi marido observándonos, quieto, impávido, intento hacerme a un lado justo cuando Luciano entra en mí, gimo con fuerza, pero trato de desprenderme, mi esposo me hace señas de que no haga nada, sonríe dispuesto a disfrutar el espectáculo, haciéndome una señal de que no hagamos ruido.
    
    ¿La quieres dentro? Comenta Luciano tanteando la entrada de mi vagina con su cosota con una lentitud pasmosa.
    
    Por favor, Hazloo, cogeemmee, lo estoy deseando desde hace mucho
    
    Me premia con una sonrisa, me separa los cachetes y me penetra de golpe arrancándome un resuello Ahh, no llego a visualizar la longitud y el grosor de su cosota, la siento atiborrar mi útero, martillando mi interior, una vez y otra y otra, dentro, fuera, dentro, fuera.
    
    Mmm, mujo extasiada, Aaah, aah, ssíii, mi amor, sssi, ricura, ah, su mano se pone a acariciarme el clítoris expuesto, mientras me taladra, a tirar de mis labios menores y a esparcir mi flujo mientras me coge, nuestros ojos se encuentran en el espejo, mírame murmura con una sonrisa en la cara.
    
    Sus manos ascienden a mis tetas sin dejar sus embestidas, suaves, constantes, ...
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