En la costa
Fecha: 19/05/2024,
Categorías:
Gays
Autor: RobertoLazaro, Fuente: SexoSinTabues30
Estudiaba en primer año de la universidad y decidimos un grupo de compañeros de estudios, hacer una acampada en la costa. Conseguimos una casita de campaña, avíos de pesca, alimentos y bebidas para quedarnos de un día para otro.
Llegó el día esperado y allá fuimos un grupito de siete compañeros de aula, teníamos 18 años y eramos tres varones y cuatro hembras. Uno de los muchachos era novio de una de las chicas.
Yo le había echado el ojo a Yadian, que algo me decía que era gay de armario igual que yo. El no era bonito ni me gustaba mucho, era flaquito y sin atractivos, pero para esa noche podía ser «singable»
Llegamos, montamos la casa de campaña bajo un árbol cerquita de la costa. Nos quedamos en short y unos pescaban, mientras otros se bañaban en el mar.
Muy pronto aparecieron dos muchachos guarda fronteras acompañados por un perro pastor alemán. Después de darnos un saludo con voz autoritaria propia de los militares, nos pidieron documentos y nos preguntaron que hacíamos allí.
Le explicamos y nos revisaron nuestras pertenencias, para comprobar lo que decíamos. Nos permitieron quedarnos, pero nos advirtieron que íbamos a ser vigilados por ellos, que su unidad estaba cerca de ahí.
Pasó el día y nos divertimos mucho, llegó la noche, luego de cenar lo que llevamos más algunos pescaditos que atrapamos, comenzamos a beber y una de las chicas llevó una guitarra y cantábamos a coro desafinadas canciones.
Yo me aparté un poquito del grupo junto a Yadian para ...
... ver qué podía sacar de él. La conversación se tornó por buen camino y me confesó que era gay. Cuando de pronto llegaron cuatro muchachos guarda fronteras como moscas al dulce, atraídos por el olor a chicas. Habían solo tres jebitas disponibles, pues la otra ya había dicho que tenía novio.
Se nos acercó uno de los reclutas guarda fronteras, era alto y de músculos bien marcados, mulato claro y de ojos verdes que brillaban a la luz de la luna llena. Debería tener entre 20 y 22 años.
Le brindamos de nuestra bebida y se puso a conversar con nosotros. El militar se veía hermoso, pero por su duro carácter ni pensar en tener algo con él. La conversación giró a hablar de las chicas y le dijimos que esas jebitas son duras, son niñas de casa y muy difícil que sedieran ante sus amigos.
Y el nos sorprendió diciéndonos: – por eso mismo vine al segurete con ustedes, si quieren, claro.
Se hizo un tenso silencio y miré a Yadian buscando respuesta y aunque no habló, por su forma de mirar comprendí que era lo que el deseaba.
Y le dije, pues no hay problema. El militar se sacó su rabote, bien grande y medio parada y nos dijo: esto es para ustedes, hay para los dos y creo que sobra pinga.
Yadian que me parecía tan mogigato, se tiró a chupársela como un ternero. Yo no perdí tiempo y también me uní en la mamadera y de paso besaba la boca de mi colega.
El joven militar preguntó desesperado: – quien se la va a meter primero?
Y Yadian sin pensarlo, dijo que él. Creo que mi colega ...