Chantaje a mi puta perra xxiv
Fecha: 21/05/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Autor: sireleo, Fuente: TodoRelatos
... unos licores, que Ji-woo y Juani, tenía que conducir, se los tomaron sin alcohol.
- Ji-woo. -No bebo alcohol Raul.
Eran casi las una de la madrugada, cuando volvimos a la casa. Conforme atravesamos la puerta las cuatro a la vez se desnudaron, viendo que Ji-woo no usaba ropa interior, sabía que Martina, entre que su tanga se quedó en una papelera a la salida del Zalacaín, el sujetador se había quedado junto a la piscina, mojado.
- ¿Nunca usas ropa interior?
- Ji-woo. -Mi antigua ama, me lo tenía prohibido AMO, la poca que traje la tiró.
-Aunque sujetador no te hace falta, a partir de mañana usaras bragas, lo que no se si nosotros tendremos de tu talla en la tienda.
-Lu. -A no ser que se hayan acabado las existencias, que no creo AMO, tenemos de todas las tallas, es algo que distingue a nuestras tiendas, tenemos desde las más chicas a las extragrandes.
-Juani. -Pues mañana a gastar, jajajaja.
-Vamos a dormir, mañana todas a las ocho en pie, la GORDA es tuya.
-Lu. -Uhmmmm, gracias AMO.
-Quiero ver la habitación de Ji-woo, luego subiré a mi dormitorio, asi que irse a otro.
Vi y me gusto expectación en la cara de Martina.
-Llévanos a tu dormitorio.
Se le ilumino la cara y se le escapo una sonrisa que no me pasó desapercibida, deseaba ser ella la elegida para pasar la noche conmigo. Seguimos a Ji-woo, atravesamos la enorme cocina, allí todo era enorme, hasta atravesar una puerta, llevándome una grata sorpresa, pues era un miniapartamento, ...
... tenía una pequeñita sala, un cuarto de baño completo y amplio y un dormitorio, con una cama también grande, que al verla pensé que con lo poca cosa que era se tenía que perder en ella.
-Prepáremela.
Sabía perfectamente lo que le pedía, creo que no era la primera vez que se lo pedían, se puso delante de Martina y llevando su boca alternativamente a sus pezones, la fue guiando hasta la cama, sin dejar de besar y acariciar su cuerpo, la fue subiendo hasta el cabecero de la cama, una vez hecho, llevo su boca al coño, arrancándole un gemido que se escuchó en la otra punta de la casa. Mientras una mano hundía la cabeza de Ji-woo en su coño, la otra se la mordía para no correrse.
Ji-woo, sabiendo que es pequeña, estaba de rodillas pero al filo de la cama, invitación que no desaproveche, pues mientras iba arrastrando a Martina, me desnude, me puse detrás de ella y se la metí en su coño, que seguía siendo estrecho, descarte el culo, porque este se veía muy abierto.
-Ni se os ocurra correros PERRAS.
La cara de Ji-woo no la veía, pero no me preocupaba, sabía de sobra que no se iba a correr, pero Martina hacía verdaderos esfuerzos para no hacerlo.
Cuando consideré que ya estaba lo suficientemente lubricada, me salí de Ji-woo…
-Ponle el coño en la boca, cuando la desvirgue.
Me subí a la cama de rodillas, puse sus piernas en mis hombros y de un solo golpe, la desvirgué, sentí como se rompía, como se encajaba perfectamente en mi polla…
-Córrete.
Ni me dio tiempo a ...