Me llenaron el ano de esperma (2)
Fecha: 26/05/2024,
Categorías:
Anal
Autor: Charapola, Fuente: CuentoRelatos
Como ya les conté, estuve practicando una especie de “ritual” sexual que consistía en masturbar la verga de un chico usando mis pies, y cuando estuviera por venirse yo me debía sentar en su verga y dejar que su leche me llenara el culo. Según Mafer, mi mentora, este ritual me haría dejar la adicción por la verga de mi papá.
El problema fue que yo soy demasiado buena usando mis pies y mis dedos para masturbar una verga, y el chico se venía antes de tiempo sin que yo pudiera meterme su verga en el ano para que él eyaculara adentro. Probamos algo distinto: desde el comienzo del ritual yo me senté sobre la verga del chico y me dejé penetrar el ano con la punta de su verga, mientras que Mafer lo masturbó usando manos y pies en el resto de la verga, pero el chico dijo que no podía venirse porque ahora sólo mis pies le causaban morbo. Decía que le excitaba demasiado que yo fuera tan chaparrita y mis pies fueran grandes. Entonces Mafer me dijo: “Mis pies son muy chiquitos a comparación de los tuyos (ella calza del 4 y yo del 8), necesitamos alguien que tenga los pies igual de grandes que tú Paola. ¿Conoces a alguien con unos pies grandes como los tuyos?” Entonces sólo pude pensar en mi hermana Tania.
Mi hermana Tania es mayor que yo por 4 años. Y sus pies son casi tan grandes como los míos, calza del 7. Así que decidí pedir su ayuda. Sólo le dije que necesitaba ayuda para un ritual, sin darle detalles, pero me dijo que no. Poco después terminó participando, pero no quiero ...
... adelantarme.
Decepcionada le pregunté a Mafer qué otra cosa podíamos hacer y me dijo que buscara a alguien de mi confianza que estuviera dispuesta a ayudarme, aunque no tuviera los pies grandes. Entonces llamé a mi amiga Ariadna. Ariadna es una amiga un poco más joven que yo, y en ese entonces ella tenía unos 18 años. Ariadna es muy alta, mide 1.68, es morena, de cabello oscuro y largo y es muy delgada, pero su principal atributo son sus enormes pechos. La llamé por teléfono y le dije lo mismo que a mi hermana, y dijo que me ayudaría con mucho gusto.
Invité a todas a mi casa para hacerlo ahí porque no habría nadie en casa. Primero llegó Mafer y el chico y poco después llegó Ariadna. Los presenté, charlamos un rato y después Mafer nos dijo que era momento de empezar. El chico se paró en medio de la sala y comenzó a quitarse la ropa. Ariadna estaba sentada junto a mí y solo me apretó la pierna de nervios, y le dije al oído: “tranquila, es parte del ritual.” Después se acostó boca arriba en el centro de la sala con la verga parada, y Mafer nos dijo: “Ahora nos toca a nosotras, debemos despojarnos de nuestras prendas como señal de pureza plena”. Entonces Mafer y yo empezamos a desvestirnos. Ariadna estaba en shock, pero le dije que se tranquilizara, que era algo natural y sin connotaciones sexuales.
Entonces Ariadna muy lentamente comenzó a quitarse su ropa. Llevaba puesto un suéter café que disimulaba sus enormes pechos, porque le avergonzaba mostrarlos, y debajo del suéter ...