Sin querer se dio
Fecha: 28/05/2024,
Categorías:
Gays
Autor: Omed, Fuente: CuentoRelatos
Al final del día, un calor intenso acompañaba nuestra conversación entablada con Édison, un amigo de buena edad, 52 años para ser exactos, de características físicas peculiares alto, robusto y de buen parecer su personalidad; una buena actitud definía sus características cualitativas predominando la seriedad, el respeto y profesionalismo al hablar de negocios y de noticias de importancia. La inclemencia del sol no cedía, es por esta razón que decidimos tomar algún refresco en sector turístico que quedaba alejado de la ciudad en la que nos encontrábamos, subimos a su vehículo, nos sentamos y cruzamos el cinturón de seguridad por nuestro pecho para poner en marcha contemplando por las ventanas los paisaje tropicales de la serranía; ni por idea pensé que en este corto viaje, minutos más tarde acarrearía consecuencias comprometedoras que marcaría en mi vida la forma de disfrutar el placer entre hombres.
Llegamos al lugar de destino, en donde una agradable chica dueña de un cuerpo de finas curvas femeninas nos dio la bienvenida, atendió nuestro pedido y trayéndonos refrescantes jugos de fruta, nuevamente se dio el intercambio de palabras de temas sin importancia, a la vez de forma disimulada observamos tan inigualable belleza de aquella jovencita; - esta buena- manifestó Edison, a lo que conteste que –sí, es verdad, tiene una finura en sus curvas-, frase que nos hizo reír a los dos; al salir de aquel lugar no sin antes agradecer y elogiar aquella chica, decidimos verificar ...
... una obra en construcción cerca del camino sin importar que la noche nos abrigo en su misteriosa oscuridad.
Estacionarnos el vehículo, nos quedamos estáticos sin decir ninguna palabra, el silencio invadió el momento, no sé qué nos pasa, pero de forma involuntaria giramos nuestras pupilas quedando fijas el uno para el otro; el calor aumento de la nada, sentí mi corazón acelerar el ritmo cardiaco por lo cerca de su rostro al mío y a la vez sentía como una de sus manos posaba sobre mi pierna izquierda y la otra en mi cuello que dulcemente comenzó a masajear. No puede responder, mi cuerpo se bloqueó; cuando sus labios rosaron los míos convirtiéndose en un beso prohibido, no respondía, solo sentía que mi cuerpo disfrutaba el momento ya que comencé a tener espasmos de excitación.
Con lujuria besaba mis labios y mi cuello, cerca de mi oído se escuchaba su respirar como si estuviese en la misma gloria, sentía su disfrute sexual sin importar que fuera hombre como él; sus caricias tiernas estremecieron cada centímetro de mi piel y sus dedos juguetones desabotonaron camisa, dejando al descubierto mi pecho, no me importo la vergüenza y acepte mi destino libremente, solamente me quedo, cerrar los ojos y llegar al éxtasis. Mi cuerpo reacciono con espasmos musculares, movimientos de caderas y haciendo gestos de querer experimentar algo más prohibido; por la posición del asiento del vehículo me sentía incomodo e involuntariamente con una de mis manos active la palanca de reclinación para ...