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El psicoanalista (1)
Fecha: 02/06/2024, Categorías: Dominación / BDSM, Autor: ragnar2023, Fuente: RelatosEróticos
... que lo hice fue antes de estar de novia con Agustín. La verdad que ni se me cruza por la cabeza hacerlo. - Bueno, te lo dije para que veas que las cosas no se me pasan. Soy muy perspicaz porque presto mucha atención a mis pacientes y tengo algo de experiencia que me lleva a ser casi un adivino. Bueno, volvamos a lo que estábamos, quiero que las tangas no sean básicas ni que las compres por internet. Quiero que te tomes el tiempo y la valentía de ir al negocio de ropa interior más bizarro que encuentres en el barrio de Once, sobre la avenida Pueyrredón hay varios, y te compres las 10 tangas más sexy y provocativas que encuentres. Y cuando digo eso me refiero a que lo ideal es que no haya tela. También quiero que compres corpiños de esos que tienen una tela bien finita, e incluso esos que son sólo el armazón. Ah…. tampoco quiero que las compres en un sex-shop. ¿No sé si me explico?. - Sí, entendí la idea. - Por hoy terminamos. Nos vemos la semana que viene. Gaby salió del consultorio como si estuviera perdida. Lo primero que pensó es que estaba perdiendo tiempo con un chanta. ¿Qué profesional le pediría que se vistiera como una puta para solucionar sus problemas de familia y trabajo?. Cuando estaba en la parada del colectivo, tenía una gran contradicción ya que por un lado dudaba de volver y por el otro, si pensaba volver, debería cumplir con lo que él le pedía y era desde ese mismo día. Así, con la peor de las ganas, tomó su celular y en la aplicación ...
... buscó la manera más rápida de llegar a la estación de Once. Eran como las seis y media de la tarde y ya estaba anocheciendo cuando llegó. Sin embargo, la avenida Pueyrredón estaba abarrotada de gente. Los puestos callejeros invadían las veredas de tal forma que quedaba el espacio justo para que las personas pudieran transitar de una manera que se asemejaba a una calle con un carril de ida y otro de vuelta. Sofía, se aventuró a los fines de cumplimentar su misión, caminando en sentido hacia la avenida Corrientes. Luego de caminar tres cuadras pudo notar la existencia de no menos de 10 negocios en donde vendían lencería que parecía ser erótica. Para ella no eran más que hilos de colores que usaban las putas y las grasas. Para quienes no están acostumbrados al léxico argentino, un grasa es aquella persona que tiene preferencias y hábitos vulgares. Ella no era así. Para colmo miraba que en donde estaban esos negocios había un montón de tipos que se paraban en la vereda para ver las vidrieras y también a quienes entraban y salían. Todavía no lograba entender la razón por la que un psicoanalista la mandaba a comprar esas tangas y corpiños. Ella quería encontrar al príncipe azul con el que formar una gran familia y también mejorar en su trabajo y pensaba en ¿qué tendría que ver una cosa con la otra?. Pero también sabía que una amiga suya había sido paciente de Alan y sabía que si bien no era de los que seguía el manual de instrucciones que te dan en la Universidad, al menos con ...