Confidencias 22 ¿Violación o consentido?
Fecha: 20/03/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues
... mano y me lo enseñó. -Esto se queda aquí de recuerdo. Se lo llevó a la nariz y lo comenzó a oler. -Huele a pollita de niño, para cuando vuelvas otra vez te lo tendré limpio precioso. Sentía un poco de mareo y el dolor del ano que no cesaba, me lo toqué pensando que me lo habían rajado pero solo salía semen sin parar de él. Papá ya se había puesto la camisa y el pantalón después de su tremenda corrida. -Papá ayúdame, no puedo tenerme en pie. Los hombres rompieron a reír y salieron hacia el otro cuarto. Me puse el pantalón ayudado por mi padre y la camisa, recogí la chaqueta que era lo único que estaba limpio. No hablábamos, los dos sabíamos el motivo o lo intuíamos. -Yo no quería mi amor pero son compañeros y tenemos que compartir, no tengo nada, ni una casa donde ir, además lo has pasado bien, te has corrido y disfrutado el momento. Se me escapaban las lágrimas y me sorbí la nariz para contenerlas. -No me importa que me hayan follado papá, lo hubiera hecho voluntariamente si me lo hubieras pedido, me duele tu mentira y que no podré confiar en ti nunca más. -Perdóname bebé, estuvo mal, lo sé, pero yo te quiero y no puedo verte, tu madre y tú vivís muy bien y mira como estoy yo, ¿no tienes algo para darme? Resultaba increíble su descaro. -No tengo dinero para darte, Eduardo no me permite tenerlo salvo para mis pequeños gastos. Se quedó mirando al suelo apesadumbrado, vencido después de haberse quedado satisfecho en lo sexual. Y vi mi anillo, el último regalo de Edu en mi dedo ...
... corazón porque me estaba grande en el anular, no lo pensé y me quité. -Ten papá, lo puedes vender y si Eduardo nota que no lo tengo le diré que lo he perdido. Sin dudarlo un momento cogió el anillo de brillantes y lo guardó en el bolsillo del pantalón. -Ayúdame a salir, Damián me está esperando. Me apoyé en su brazo y salimos a la luz del día, los otros hombres ni se despidieron, se quedaron sentados donde los encontré y seguían desnudos y adormilados. Ofrecía un aspecto lastimoso, los blancos pantalones estaban sucios y arrugados, alguno de los hombres se había limpiado la verga con ellos y sentía salir del ano incesantemente sus fluidos manchando la culera. Damián corrió hacía nosotros cuando me vio, me sujetó debajo del sobaco, papá me seguía sosteniendo. -¡Suelte al muchacho y no vuelva a tocarlo! Sus palabras resultaba un grito y mi padre me dejó. Me cogió en sus brazos y me llevaba así sujeto, como un niño al que salvara de un naufragio, me abracé de su cuello y así me transportó hasta el coche. Me metió en la parte trasera y entrego un par de billetes a uno de los chicos por haberle cuidado el coche. Antes de ponerlo en marcha hizo una llamada a Eduardo y le escuchaba disculpándose por lo que había pasado, el pobre hombre resultaría el culpable y no podía consentirlo, hablaría con Edu para decirle que no había otro responsable más que yo. En lugar de volver a casa Eduardo le ordenó llevarme a una clínica de un amigo suyo, no pensaba que fuera para tanto lo que me habían ...