Cap. 14 De su hijo a su mujer (Llenado por primera vez)
Fecha: 13/06/2024,
Categorías:
Gays
Incesto
Sexo con Maduras
Autor: MachoLingerie, Fuente: SexoSinTabues30
... y mi garganta sintiendo como bajaba lentamente el semen de papá. Sentí un dedo de papá en mi culito, justo en la dilatada entrada y abrí los ojos, él me miraba perplejo, lo que pasaba, nunca imaginó que algo así podría pasar, claramente yo tampoco. Él era el adulto, él era el experimentado, yo con mis nueve años estaba descubriendo muchas cosas, solo me dejaba llevar por las sensaciones que me provocaba todo lo que estaba viviendo. Sin despegar sus ojos de mi rostro, de mis ojos, de mis labios que se movían todavía saboreando, penetró un poco con su dedo en mi culito húmedo y jugoso, al meter casi la mitad de su grueso dedo mi esfínter se relajó y sin temor a ningún accidente, solté un poco más de la leche de papá que tenía en mi interior, al momento de salir, pude sentir que estaba aún más abierto, pues el dedo de papá ya no hacía presión, unos segundos más tarde, mi pequeño anito lleno de semen volvió a su posición original y apretó la falange del dedo de papá, que así como su palma y el resto de los dedos de la mano estaba lleno de semen. Sacó el dedo lentamente y mi culito le dió la salida sin antes soltar un poco más del suave líquido que papá había depositado en mí. Papá trajo la mano hacia adelante y pude ver como estaba totalmente embarrada de su esencia, el olor penetró profundo en mi nariz y mi boca comenzó a salivar como pocas veces, sin pensarlo, ni él ni yo, mientras mi boca se acercaba para engullir sus dedos, él acercaba su mano para meter con determinada ...
... delicadeza dos de sus dedos que atrape con mis labios, al sacarlos, todo el semen de papá fue quedando dentro de mi boca, la presión de mis labios sobre los dedos de papá, la humedad de mi lengua y la cantidad de saliva que había generado fueron el conjunto de limpieza perfecto para dejarlos sin un rastro del blanquecino líquido. Cuando sus dedos abandonaron mi boca, mi lengua rápidamente se pegó a la separación entre los demás dedos, e intrusa comenzó a recoger todo rastro de lo que encontró a su paso, cuando ya había acabado de lamer la palma, papá volvió a poner sus dedos en mi dilatado culito infantil, recogió un poco de semen que estaba en los pliegues de mi ano y lo trajo nuevamente a mis rojos labios. Sin siquiera pensar volví a usar mi lengua, estaba como hambriento, cerré los ojos para disfrutar del sabor, de la textura, de la temperatura, cuando sentí que la lengua de papá se pegaba a la mía, y eran sus dedos casi limpios ya que se atravesaban entre nosotros, su lengua y la mía se tocaban mientras intentaban recoger lo que más podían. Su mano salió de entre nuestras bocas y nuestras lenguas se juntaron, como en una lucha de quién saboreaba más, sus gruesos y masculinos labios comieron toda mi boca. Era tal la intensidad y frenesí de nuestro beso que con nuestra diferencia de tamaño era muy fácil que su boca tragara mi nariz, o mi mentón, o que su lengua al salir recorriera mis mejillas, mi barbilla e incluso mi cuello, todo en un solo beso que había hecho que mi penecito ...