Una aplicación puede cambiar tu manera de sentir el sexo
Fecha: 15/06/2024,
Categorías:
No Consentido
Autor: Teseo68, Fuente: CuentoRelatos
... chupando y libando solo el clítoris, en un momento de excitación, yo quería que me mordiera para sentir aún más. El anciano me tomó de la cabeza y acercó más su verga a mi boca. Lo que sentía me hizo abrirla y recibir ese gran cilindro de carne caliente; movía la cabeza adelante y atrás, mi lengua jugueteaba con la gran cabeza, líquido salía más y más, con un sabor muy fuerte, de hombre que necesitaba que una hembra le sacara todo lo acumulado.
La verga crecía con cada movimiento de mi cabeza, llegó un punto en que yo no abarcaba ni lo grueso, ni lo largo; él empujaba, queriendo meterse todo, la cabeza de la verga traspasó mi garganta; él resopló con satisfacción, sabiendo que me había desvirgado la garganta, yo tenía arcadas, pero las trataba de controlar, sintiendo toda mi boca llena de verga cómo nunca lo había sentido. Saliva y líquido salieron cuando el enorme falo abandonó mi boca, pude ver líquido aun saliendo.
Mi cabeza daba vueltas, teniendo la urgente necesidad del orgasmo que hasta ese momento, me habían negado. El anciano bajo un poco mi bra, dejando al descubierto un pezón erecto y necesitado de atención; su lengua comenzó el trabajo; metió todo en pezón dentro de su boca y comenzó a succionar como si quisiera sacar algo; sus dientes encontraron el pezón y lentamente apretaba, provocando un dolor delicioso; su mano había atrapado el otro seno y lo masajeaba excitándome aún más. Sus dientes apretaban más, dolía y el muchacho había atrapado el clítoris y ...
... ahora lo mordía firme, pero delicadamente.
Yo estaba en el éxtasis total; necesitaba sentir un falo dentro de mí; mi vagina chorreaba y el jugo anegaba todo, mi recto estaba lleno de mi propio jugo.
Me desataron, yo no me podía mover de la excitación y el cansancio. El muchacho se acostó sobre la cama y me ayudó a montarme sobre su verga; me la iba metiendo lentamente, hacia yo la sintiera toda, cada centímetro, cada vena; la cabeza abriendo mi vagina a pesar de estar completamente dilatada. Cuando tuve la verga completamente dentro de mi, sentía mi vagina completamente llena y me lastimaba que aún necesitaba mas espacio para entrar más; comenzó a hacer su verga palpitar, como si estuviera a punto de eyacular; al sentir esas palpitaciones, comencé a temblar, no podía controlar mi cuerpo, un orgasmo enorme me llegó, largo, intenso; como nunca lo había tenido.
Caí exhausta sobre su pecho, con su verga dentro de mi, saboreando el orgasmo y dejando mi trasero al descubierto; el anciano acomodó su falo en mi entrada y comenzó a empujar; nunca había aceptado el sexo anal, era virgen y ese monstruo me estaba abriendo. El muchacho me sostuvo para evitar que me moviera; el anciano se enterraba despacio; para no lastimarme tanto y para gozar el apretón de un culo virgen.
Yo pujaba para expulsar ese tubo de carne ardiendo que me partía en 2; el bufaba de placer al invadirme poco a poco; su sudor caía en mi espalda por el esfuerzo y la excitación. En un momento, algo dentro de mi ...