1. Le fui infiel a mi novia mientras estaba internado


    Fecha: 23/06/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Andres777, Fuente: CuentoRelatos

    Me llamo Adrián, tengo actualmente 28 años y hace 4 años que estoy en pareja con Mónica, una hermosa chica de 26 años.
    
    Nos conocimos durante unas vacaciones familiares en San Clemente, costa argentina, y enseguida pegamos onda.
    
    Ella era bastante tímida respecto de su cuerpo, no le gustaba la playa y siempre iba vestida con ropa poco reveladora.
    
    La voy a describir un poco, Mónica mide 1,63, tiene el cabello oscuro revuelto con bucles y la piel trigueña con rasgos delicados. Es delgada, sus pechos son de tamaño promedio y tiene una cadera con un culo respingón y firme, como una manzanita como se suele decir en mi país.
    
    Al principio no note lo celosa que podía ser, fulminando con la mirada reprochadora a todas las mujeres que se vestían con bikinis de dos piezas y mas si estas eran micro bikinis.
    
    En ese momento solo tenía ojos para ella, salíamos a tomar helado, caminar por la peatonal o jugábamos al tejo en la playa.
    
    Nos pasamos los números al terminar las vacaciones, ambos éramos de la ciudad de Buenos Aires, yo de Caballito y ella de Ramos Mejía.
    
    Después del primer año de ser novios, comenzaron los celos a tomar fuerza, quizás porque ella era muy insegura con su cuerpo. Cada mujer que se cruzaba en nuestro camino era una posible zorra roba novios, y eso de a poco fue haciendo que la relación se fuera desgastando.
    
    Yo estaba cursando la universidad y todo el tiempo recibía mensajes de Mónica, diciéndome que no olvide que está lleno de mujeres fáciles a ...
    ... las que les gusta abrirse de piernas al primer muchacho lindo que ven.
    
    A pesar de todo yo la amaba y lo sigo haciendo, aunque eso me fue enfermando y en consecuencia a la edad de 27 años termine internado ya que empecé a alimentarme poco y mal porque todo el tiempo estaba nervioso de que me dejara por algún celo estúpido.
    
    Fue ahí cuando conocí a Andrea, una enfermera de 33 años que hacía guardia a la noche durante los 15 días que estuve internado en un hospital de Capital.
    
    Era delgada, de facciones delicadas y cabellera pelirroja lisa que le llegaba hasta la cola, y unos pechos grandes que hacía notar con su uniforme escotado. Lo primero que note fue que no llevaba brasier, haciendo que sus rosados pezones se trasparentaran en su camisa blanca.
    
    Era ultra femenina, siempre bien arreglada y maquillada, usaba un pintalabios rojo carmesí que resaltaba sus labios carnosos.
    
    Cada vez que se acercaba a cambiarme el suero, podía sentir el aroma del acondicionador de su pelo, su perfume y la forma sensual como caminaba.
    
    Andrea era amable, siempre quería levantarme el ánimo, diciéndome que un chico tan joven debería alimentarse mejor y ser más alegre.
    
    Por las noches poco o casi nada pasaba después de medianoche, así que Andrea se armaba el mate, y venía a charlar conmigo un rato, antes de que el deber la volviera a llamar.
    
    Y antes de darme cuenta comencé a contarle mis problemas de pareja y volvernos mas cercanos.
    
    Fue en la 8va noche cuando Andrea me conto que ...
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