Le fui infiel a mi novia mientras estaba internado
Fecha: 23/06/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Andres777, Fuente: CuentoRelatos
... ella también tuvo un novio enfermo de los celos y que eso era algo que a la larga terminaba por romper la relación.
Pasaron varias noches hasta que Andrea me dijo que hacía mucho no se sentía tan cómoda hablando con un chico.
Ella me confeso que entendía los celos de mi novia ya que en palabras de ella yo era un joven muy amable y lindo, y que podría tener a cualquier mujer que quisiera.
Me reí diciendo que solo lo decía por compromiso y porque le caía bien.
Andrea me contemplo por un instante, vacilante, antes de proseguir.
Comenzó a recorrer mi brazo derecho con su delicada mano, acariciándolo con sus suaves dedos. Me dijo que tenía brazos fuertes y que eso les encantaba a las mujeres.
Y con estas manos, hizo una pequeña pausa mordiendo levemente su labio inferior de un modo super sexy, se me ocurren varias ideas, todas indecentes.
Estaba tan molesto, tanto esfuerzo por ser el mejor novio y aun así Mónica no dejaba de hostigarme y hacerme sentir miserable.
Estaba muy caliente, tenía la verga como un roble, sin contar conque desde la internación que no me masturbaba.
Note como sus pezones iban creciendo debajo de la tela del uniforme, mientras su respiración se volvía más pesada.
Le dije como pude que no tendría que serle infiel a mi novia, por mas que muchas veces lo pensara.
Ella no tiene porque enterarse fueron sus palabras, tomó mi mano, previamente había bajado un poco su pantalón, y la condujo a su zona intima, llevaba una tanga ...
... negra con encajes.
Estamos juntos en esto, tu secreto es mi secreto, quiero que sientas lo mojada que estoy, hacia rato que no estaba así por ningún hombre.
Mi corazón se aceleró al sentir el contacto con la tela de su tanga, casi como si fuera la primera vez que lo hacía, y los ojos de Andre se deleitaron cuando corrí la fina tela que separaban mis dedos de su sexo.
Mis dedos no tardaron en penetrarla, su interior estaba cálido y completamente mojado. Comencé a jugar con mis dedos mientras ella se retorcía de placer y acariciaba sus pechos.
Así, seguí así, colame los dedos que me encanta, me decía entre gemidos ahogados, aprovecha que la guardia hoy está casi vacía y no nos va a molestar nadie.
Cuando los saques estaban empapados de flujo, quería saborearlo, sentir como era el sabor de otra mujer que no fuera mi novia. Ese morbo era completamente nuevo para mí, casi como si descubriera un nuevo fetiche oculto hasta ese momento.
Andrea tomo mi mano dubitativa y la introdujo amablemente en mi boca.
Por esta noche soy toda tuya y estoy feliz de complacerte en lo que me pidas. Solo tenés que armarte de valor para decirme tus deseos.
Ahí murió mi último intento de fidelidad.
La tomé por el cuello y conduje su cabeza hasta mi pantalón, ni siquiera yo sabía que tenía un lado tan salvaje. Sin embargo, lejos de asustarse Andrea comenzó a oler y besar mi miembro por encima del pantalón, algo me decía que era de esas mujeres a las que les gustaba ser ...