El Vigilante de la Privada 7
Fecha: 27/06/2024,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Sexo Virtual,
Autor: Lobo85, Fuente: SexoSinTabues30
... ella.
Ahí su novia estaba virtualmente cogiéndose a la nena con un dedo, no, era mejor que eso, con su mano le estaba haciendo una penetración doble, pues también su culito era profanado, pero lo hacía con un gusto tal que la pobre chiquilla no dejaba de gemir, realmente le gustaba aquello, su gesto parecía perdido viendo a la nada, se abría completamente para disfrutar mejor de todo, se revolcaba de manera deliciosa entre el agua de la tina, mientras se aferraba a los bordes abriendo sus piernitas para que la sexy muchacha la tocara libremente, dejando que esta llegara a cualquier parte, arqueaba la espalda, mientras la nena se entrega al placer de esos dedos traviesos, los cuales estaban dándole una oleada de electricidad tan deliciosa que jamás esperó conocer, aunque algo pasaba con ella, y súbitamente se corrió, un orgasmo, lo cual acabó con el baño.
¿Qué paso? Algo no se vio normal – dijo Matt algo sorprendido.
Si cariño, parece que deliraba por la fiebre, y aproveché eso, creo que un profesor la ha estado rondando, quiere aprovecharse de ella, aunque no le culpo, esta tan linda, y luego me di cuenta, revisando sus tareas, no soy tonta sabes, muchas cosas que marcó como mal, están bien, creo que la está tratando de asustar para chantajearla, y por ...
... eso ya la está entrenando – le dijo Carmela con un gesto travieso.
Ante lo dicho Matt se emocionó, había visto suficiente, pondría a la chica bien, para cogerla de frente, una pose sencilla pero efectiva, el misionero, empezando a cogérsela de frente, pero es que adoraba sentir esos pechos sobre sus pectorales, aunque antes los lamio ligeramente, aunque su sabor era adictivo, luego probó sus labios una vez más, y sus lenguas jugaron de manera viciosa, mientras la iba penetrando con movimientos fuertes pero muy lentos, como si quisiera agitar las entrañas de ese sensual cuerpo. Mientras se entregaban al amor, sus piernas se aferraban a su cintura, las de Carmela, para que le clavara más profundo, aunque eso estaba de más, el vigilante la iba sometiendo con sus embestidas, tratando de llegar tan profundo como pudiera, sus bocas jamás se soltaron, no había nada que decirse, jugaban entre sí sus lenguas, mientras sus manos no tenía control, era como si no supieran de donde aferrarse para estar contentos, y realmente sus cuerpos estaban en total sincronía, unidos por sus sexos, que escurrían hasta empapar la cama, haciendo que aquella sesión de sexo fuera más apasionada, donde lograrían un orgasmo enseguida, pero sólo sería el comienzo de una larga noche de pasión.