1. El gordo y fuerte señor dueño de un Border Collie 4


    Fecha: 30/06/2024, Categorías: Dominación / BDSM, Fetichismo Incesto Autor: ssss, Fuente: SexoSinTabues30

    ... tobillos, exhibir su cuerpo sin ningún sentido del pudor, la vergüenza o el ridículo como solo un macho que no repara en esas cosas puede hacerlo.
    
    No hubo nada que decir. En seguida me arrodillé ante aquella viril escultura, agarre su polla con mi mano derecha que no llegaba a abarcar de lo gruesa que era y la empecé a besar delicada y repetidamente. A continuación besé sus huevos de la misma manera y me interrumpí un momento mirando hacía arriba. Estaba en la misma posición y me miraba con una especie de mueca en la boca. Me intimidaba su físico. Yo era tan delgado y el tan gordo y fuerte que quería que me protegiera no se de qué. “Te gusta?” Le pregunté. “Mucho” contestó serio y breve. El Catedrático en sus 55 años de edad y yo en mis 18 perfectamente podría ser mi padre, incluso mi abuelo, y aunque había soñado íntimamente estar con algunos señores de su tipología que conocía o veía por la calle, él sin duda era uno de los mejores machos gordos que había podido observar y ahora me había hecho suyo.
    
    Yo no era erudito en el asunto pero su pene me resultaba magnífico. Era recto, ligeramente mas grueso en la base y proporcionado coronado con un glande rosado que resaltaba a la vista del conjunto. Calculo que estaría en torno a los 18 cm de largo por 5 de grosor, y emitía un olor agradable no muy fuerte pero si lo suficientemente contundente a macho. Empecé a lamerla con la lengua como si fuera un helado y acto seguido me metí la cabeza del tronco en la boca y la chupé ...
    ... con dedicación sibilina. La sentía dura y tremenda. No llegaba a engullir ni la mitad de su longitud y él ni se movía de la postura en la que estaba. Estuve chupándosela un buen rato con los ojos cerrados, y como novato que era quería saber si lo estaba haciendo bien. Por lo tanto abrí los ojos y miré su cara. Tenía la boca abierta y los párpados caídos con la cabeza ligeramente inclinada hacia detrás.
    
    De repente empezó a sacudir semen en mi boca que yo contuve como pude pero no tragué. Se estaba corriendo a chorros con una torpe mamada de un joven que había desvirgado minutos antes. Parte de esos chorros caían por mi barbilla después de rebotar en mi orificio bucal. La lefa era algo demasiado novedoso como para querer tan pronto ser bautizado con ella y con asco la escupí. En ningún momento hubieron palabras, si acaso algunos jadeos propios de tal momento.
    
    Ni le chupé los restos de corrida de su polla dejándosela limpia y reluciente, ni nos besamos como final, ni nada de lo que siempre se escribe en esta página y que tanto me aburre leer por la falta de ingenio. Simplemente me levantó del suelo como si fuera una pluma y me llevó en sus brazos a la cama de matrimonio de su dormitorio dejándome acostado boca arriba en ella con suavidad. Me cogió los pies y los puso en sus hombros de manera que mi culo quedó debajo de su barrigón y su gran polla fue lentamente, centímetro a centímetro, entrando en mí de nuevo. De mis ojos brotaron algunas lágrimas a la vez que él acariciaba ...