1. Me cogen después de mi esposo


    Fecha: 01/07/2024, Categorías: No Consentido Autor: Teseo68, Fuente: CuentoRelatos

    Simplemente se me antojó.
    
    Hay ocasiones en que las mujeres tenemos la necesidad de sentir un orgasmo y recibir el líquido caliente de un hombre, y ese era uno de esos días.
    
    La noche había sido corta. Había cogido con mi marido, aún sentía su leche saliendo de mi y la necesidad estaba presente.
    
    Pensé en la masturbación o una ducha fría, y lo único que conseguí fue mojarme más.
    
    Me recosté en la cama, abrí mi bata; mis dedos se metieron entre mi panty y mi piel y me comencé a acariciar el clítoris. Una sensación deliciosa invadió mi cuerpo; las caricias eran lentas prolongando el placer. Mis dedos estaban empapados de mi jugo y la leche, el olor a sexo invadió mi nariz excitándome mucho más. Imaginaba mil cosas para alcanzar un orgasmo; cuando tocaron la puerta y me sacaron de mi placer.
    
    Así como estaba, en bata y panty, salía abrir la puerta, dispuesta a despachar rápidamente a quien fuera para seguir con lo que estaba haciendo.
    
    Al abrir, me encontré con mi vecino, un tipo que desvestía a las mujeres con la mirada; gordo, sucio, que me hacía sentir incómoda cuando lo encontraba.
    
    Me preguntó si tenía luz porque parecía que había un apagón general. Sus fosas nasales se abrieron, como si olieran a hembra excitada. Me preguntó si necesitaba algo, yo trataba de taparme; pero, mi bata semi transparente y mi pezones erectos eran muy evidentes.
    
    Se me acercó, me tomó de la cintura y me jaló hacia él; su olor era penetrante. Me empezó a besar el cuello, ...
    ... provocando que gimiera de placer. Me abrió la bata dejando mi cuerpo a su merced. Así de pie, chupaba uno de mis pezones, mientras pellizcaba el otro; yo gemía y jadeaba; me llegó a dar asco la manera que me veía; pero, lo que me estaba haciendo y mi propia excitación, lograban mojarme mucho más. Metió su mano libre en mi panty, sus dedos rasposos tocaron mi clítoris; yo no hacía más que gemir y eso lo excitaba más.
    
    Me arrancó la panty y la olió; el tirón y verlo oler mi ropa me prendió más.
    
    - Mmmm, huele a que te cogieron; ¿y no te dejaron llena? Ahorita te voy a llenar yo.- me dijo guardando mi ropa en su bolsillo.
    
    Me arrojó sobre el sillón y me vio desnuda mientras se abría el pantalón. Saco una verga gruesa, larga, peluda que ya asomaba líquido por la excitación. Se esparció el líquido sobre el glande, ahora brillaba, la cabeza era del tamaño de una ciruela. La acercó a mi boca, olía a orines y semen seco.
    
    - Abre bien para que la prepares.- me dijo mientras la empujaba.
    
    La cabeza apenas cabía; en cuanto entró, un pequeño chorro de líquido salió; sabía muy fuerte, nada comparado con el de mi marido. Al sentirse dentro, me comenzó a coger la boca; su falo llegaba hasta el fondo y aún no entraba toda. Estuvo así unos minutos y luego empujó toda dentro de mi boca, nunca había tenido un falo tan adentro; me provocó arcadas, traté de zafarme y me agarró la cabeza impidiendo moverme.
    
    - Tú marido no te había cogido la boca o no llega hasta allá. Que rico se siente ...
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