Tiempos compartidos T04E04 “La revelación” - Relatos Eróticos

Tiempos compartidos T04E04 “La revelación”

... explicaciones a su marido.

Bueno Patri, éramos jóvenes e inexpertas en ese entonces –comenzó a decir Lita bastante molesta– pero cuando te acompañé aquella al vez subsuelo y tú…tú… En ese instante la cara de Patricia se transformó en la de un monstruo. Nolo se había vuelto pálido como una hoja de papel. Matías miró a su esposa esperando que continuase, pero estando ajeno como él lo estaba a la situación, no entendía qué estaba sucediendo entre ellos tres. Dolores titubeó un momento antes de continuar; tomó aire y prosiguió: Es decir, tú no sabías, pero de todos modos…Lita gesticulaba y las palabras se le quedaban a medio salir de su boca, mostrando un nerviosismo poco común en ella.

Patricia se dió cuenta que su amiga no saldría airosa del lugar adonde se había metido. Entonces pensó que sería mejor intervenir e inventar algo. ¡Es verdad, Lita! Me acuerdo que te hice entrar en ese sótano de la fábrica –mi fábrica de ropa, aclaró mirándolo a Oso– porque quería mostrarle unas telas importadas que había conseguido. Bueno, lo cierto es que bajamos y al prender la luz nos encontramos con dos empleadas que estaban haciendo una fiesta sexual allí abajo. Uyyy!!! Qué calor pasamos!!! Jajaja. Lita se rió a carcajadas forzadamente, mientras calmaba los nervios que había tenido hacía unos segundos atrás. Matías las miraba con incredulidad. Había sido demasiado obvio que Patri había salido al auxilio de su amiga. Entonces, herido como estaba por los secretos de su esposa y la ...

... complicidad de sus amigos, Matías Osito Pereyra lanzó su llamarada.

Creo que es mi turno –dijo carraspeando un poco. Hace algunos años tuve que hacer unos trabajos para un señor muy, pero muy importante y adinerado. Los demás lo miraron con curiosidad. Este hombre era uno de esos que se sienten “ganadores” en todos los aspectos de su vida. Tenía toda la plata que se imaginen; tenía buena pinta, aunque el galán estaba entrado en años. Además tenía una personalidad fuerte y avasallante. Lita comenzó a sentirse incómoda sin saber por qué y se desabrochó un botón de su vestido, dejando sus pechos un poco más sueltos. Este señor había contratado los servicios informáticos de la empresa donde yo trabajaba antes, y me tocó a mí instalar todo el sistema digital de control para uno de sus apartamentos. Nolo escuchaba la historia como si se tratase de un policial. Matías tomó un largo sorbo de bebida. Continúa Oso –le dijo ansioso Manuel. Ya, ya sigo– respondió serio. El tipo estaba en las nubes. ¿Drogado? –preguntó Patri. !No, no! Digo, su apartamento estaba en un edificio como de 30 pisos…

Lita se bajó la falda y sintió un pequeño escalofrío en la espina dorsal. Pero su marido no parecía mirarla en ese momento. ¿Y? –le preguntaron casi al unísono su pareja de amigos. Bueno, lo que pasa es que me pongo un poco nervioso cuando me acuerdo. Yo estaba ahí haciendo las configuraciones y era un lío, porque los equipos eran casi todos importados. Los que levantaban las ventanas, los que ...