Tiempos compartidos T04E04 “La revelación” - Relatos Eróticos

Tiempos compartidos T04E04 “La revelación”

... abrían las puertas con sensores, los que calentaban la cama y los sillones…todo…todo era un verdadero desafío para que anduviera bien. Lo cierto es que tuve que ir varias veces para que le quedara todo andando. Una tarde, y me acuerdo que era jueves porque yo jugaba al fútbol con los compañeros de la oficina y tuve que cancelarlo, me llamó uno de los que trabajaba para él y me pidió que fuera urgente. Habré llegado una hora después y me mandó a la habitación principal porque no funcionaba el Home Theater. El tipo me encerró –literalmente— bajo llave ahí y me pidió que le avisara al terminar. Me dejó un par de latas de cerveza y algo para comer. ¡Qué raro, pensé! Pero bueno, con esos magnates siempre viene algo raro. Habré tardado media hora en arreglarlo y ahí lo mensajeo a este tipo para que me abra la puerta. Pero ahora viene lo más increíble. Oso aprovechó para mirar con sagacidad a su queridísima esposa. Y cuando reanudó el relato, parecía disfrutar y dedicarle cada palabra a ella. El empleado me responde que ahora es imposible, y que tengo que esperar ahí dentro el tiempo que sea necesario. Yo empiezo a quejarme fuertemente, todo por mensajes de texto. Él me dice que era una orden de su jefe y que me lo compensaría económicamente. Entonces me relajé y me comí todo lo que me habían dejado y me tomé las cervezas. Mucho dinero pero poca comunicación, pensé yo cuando al rato de estar ahí, entra este ricachón con una pendeja hermosa 40 años más jóven, completamente desnuda y ...

... caminando en cuatro patas como una gata. Él la llevaba de una correa tal como se lleva a una mascota. Y esta chica, que era una tremenda puta, tenía una cadenita que le unía los pezones y una bola en la boca. Estaba amordazada. Patricia lo miraba estupefacta a Oso, porque nunca lo había visto tan locuaz y con esos términos saliendo de su boca: puta, pezones, mordaza, etc. Esas palabras en la boca de su amigo la excitaron aún más. Cuando me vieron en la habitación se asustaron –siguió Matías sin pausa. Entonces la mina se levantó de golpe e intentó cubrirse dándose la vuelta. Al hacerlo, dejó a la vista un hermoso culo y un plug anal clavado en él. Nunca me voy a olvidar –dijo Oso con tono de moraleja— la carita de esa hermosa y fina puta. Y tampoco nunca me voy a olvidar de ese juguetito que tenía puesto ella…que yo diría –sin temor a equivocarme– que es idéntico, igualito –-o sea— el mismo que tiene guardado mi esposa en su cajón de recuerdos…

Lita sintió náuseas, y un golpe de adrenalina que nunca antes había experimentado. Sólo podía mirar hacia abajo a un punto que se agrandaba infinitamente. Abrumada por el peso de la verdad, su secreto mejor guardado había sido descubierto por el menos indicado de todos. Su historia con Robles ya no le pertenecía. Matías lo sabía todo desde un principio y había jugado todas las cartas con gran inteligencia y con una frialdad que ella nunca hubiese sospechado que él poseía. Mientras tanto, Lita lo había perdido todo en un tonto juego ...