Fidel y sus maduritas 5
Fecha: 10/07/2024,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Eusebnarra, Fuente: TodoRelatos
Fidel y sus maduritas 5
Me deslice por su cuerpo empezando por los pies, le di besitos a los dedos del vendado y al otro le volví a aplicar el clásico chupa, lame, aprieta y baja hacia la gruta, acariciaba sus muslos y esta vez sí pare en su coñito, pero fue una visita de cortesía, un par de refregones, un lengüetazo y a seguir ascendiendo, paseo por el valle del ombligo y salto hacia la boca con aroma de polla y sabor a semen recientito, caricias por los brazos y mirada profunda.
-Señora ¿tiene usted tos?
-Si doctor, “ejem, ejem”, noto como si me faltara el aire y un dolor aquí en el pecho. -mientras se acariciaba sus hermosas tetas-
-Me temo que es más complicado de lo que creía, explorare.
Mientras aun la miraba lleve mis manos a los laterales de su pecho y comencé a palpar, como un auténtico doctor, nada de intentar excitarla, jugaba con ella y la hacía sonreír, al acercarme a la zona de sus areolas su piel se erizo, “vaya creo que voy entendiendo el problema”, coloque las palmas en los laterales de sus preciosos senos y con los pulgares, describí círculos por sus rosadas areolas notando como se estremecía, centre los movimientos y roce los pezones, en cada vuelta, su pecho subía con la respiración profunda que mantenía y su boca se mantenía un poco entreabierta pidiendo más aire y más roce.
-Doctor me encuentro peor, me encuentro ardiendo.
No conteste y pase a acariciar los pezones con los dedos de mi mano abierta en abanico, estos saltaban entre ...
... ellos más endurecidos, ante tal respuesta decidí ser más osado y pellizcarlos levemente.
-Oh doctor, creo que voy a desfallecer, ese tratamiento… pruebe a incrementar la dosis.
Pellizco un poco mayor y resultado óptimo, se vuelven duros como piedras y las areolas se encogen un poco más con la excitación, suspiro profundo y resoplido posterior, avancemos.
-Creo que vais a convulsionar será mejor que visualice la zona más de cerca.
Acerco mi cara a uno de esos gigantes y noto el calor, lo rozo con la nariz y salta ante mis ojos, ataco.
Lamo el pecho desde el exterior hasta la areola y le doy vueltas intentando no rozar el pezón, noto su rugosidad y calor en mi lengua, cambio de pecho y repito pero esta vez ella busca mi boca y mete su pezón en el juego , que remedio, lo lamo y chupo con unas ganas enormes, como si pudiera despegarlo del resto, agarra mi cabeza y la lleva al otro, para que no se enfriara, llevo la mano al que esta húmedo de mi saliva y le aplico caricias, giros y pellizcos, mientras al otro intento sacarle mi leche, la que se tragó antes, chupando ávidamente, como un bebe hambriento. Se retuerce y suspira profundamente, mientras, acaricio su cuerpo llevo la otra mano hasta su vulva, que encuentro ardiendo y empapada. Primero la abarco con la palma entera, que se sienta acogida, al notar el abrazo sus piernas se separan invitando a un contacto más íntimo, masajeo su espeso pubis y bajo de nuevo abriendo el charco que se acumula entre sus pliegues ...