1. Fui desvirgada brutalmente por un albañil


    Fecha: 12/07/2024, Categorías: Dominación / BDSM, Autor: alexandra love, Fuente: RelatosEróticos

    ... lubricado por mi sangre escarlata y completamente adormecido por los fuertes golpes que el cuerpo de ese albañil, daba contra mis nalgas en cada embestida.
    
    El albañil siguió cogiéndome durante mucho tiempo, tal parecía que estaba durando más que la primera vez. Se acercaba a mi cuello mientras me penetraba y me olía, me sentí tan feliz de usar ese perfume costoso, pues él se deleitaba oliéndome el cuello y eso le excitaba más, le ponía mucho más dura la verga, cada que él respiraba mi perfume yo podía sentir su verga palpitar dentro de mi culo.
    
    —Ponte de perrita, para cogerte más fuerte preciosa. —Me decía sin sacar su enorme verga de mi culo
    
    —¿Así verdad? —Le pregunté mientras me ponía en posición de cuatro, con mis senos completamente pegados al colchón y con la espalda arqueada hacia abajo, dejando mi culito empinado como un corazón—. Ah qué puta me saliste, si bien qué sabes cómo.
    
    Él me comenzó a penetrar de una forma mucho más violenta pues ahora me tomaba con fuerza de la cintura y me jalaba contra él, al mismo tiempo que empujaba su verga ensartándola brutalmente en mi culo. El dolor era desgarrador, sentía como la punta de su verga me destrozaba por dentro, pero la excitación y lujuria de sentirme tan poseída y penetrada por ese hombre de una forma tan arrobadora, me hacían pedir más con mis gemidos.
    
    —¡Aaaahhh! ¡Sí, Cójame!, ¡Aaahhh!, ¡Me Duele!, ¡Aaahhhaaa!, ¡Mmm!, ¡Aaahhh! … —Cada que ese hombre sacaba su verga de mi culo, yo sentía una fuerte ...
    ... necesidad de que me la ensartara de nuevo.
    
    Mi culo pedía verga, era como si ese miembro viril me complementara. Sentía el ano totalmente desgarrado y húmedo por la sangre, sentía como se quedaba abierto cada que él retiraba su verga y la ensartaba de nuevo brutalmente de manera incesante. Él estaba gozándome, tal parecía que cada que yo soltaba un gemido de dolor al llorar entrecortadamente y rasguñando el colchón él estaba disfrutándolo. Entonces él se detuvo por un momento, pero sin soltarme, mientras volteaba hacia la entrada de la construcción para ver que no hubiera nadie, pude notar que estaba nervioso de que alguien nos viera, después de unos segundos continuó más rápidamente. Yo tenía las piernas entumidas y los brazos cansados de estar en posición de cuatro, me sentía muy adolorida y tremendamente extasiada. El albañil siguió cogiéndome, jalando violentamente mi culo contra su verga, escuché un escupitajo y pasó su mano derecha por enfrente de mi vagina y empezó a dedearme, introdujo sus dedos en mi vagina causándome un delicioso gemido.
    
    —¡Aaaaaaaaahhhhhh! —Me ruboricé, ese gemido fue una clara muestra de entrega.
    
    Pues yo estaba muy sensible de esa zona recién desvirgada. Cuando estaba dedeando mi vagina sentí que su verga se le ponía más dura y se ensanchaba dentro de mi ano, mientras él me embestía salvajemente. Lo hacía de forma violenta a un ritmo muy acelerado, mirando hacia la entrada de la construcción. Él estaba muy nervioso, tal parecía que deseaba ...
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