5.- Las perversiones de Facundo
Fecha: 13/07/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: Marco, Fuente: TodoRelatos
Pasado un rato salió de su escondite y volvió al prado a cuidar las ovejas, cuando regresó a casa al caer la tarde vio el ambiente extrañamente tranquilo.
Marisa cocinaba, Yanira ponía la mesa y Paco se movía nervioso mirando de reojo el culo de la mulata que llevaba una minifalda que enseñaba más de lo debido.
Luisito bajó de su cuarto, y al ver el culazo de Yanira, se tocó con descaro sus partes y le dijo algo al oído a su hermana.
Marisa se rió al escucharle pero al momento puso el gesto serio, el abuelo entraba por la puerta y no tenía cara de muchos amigos.
- ¿Está ya la cena? β dijo aproximándose a la mulata para tocarla disimuladamente el culo.
Ésta hizo como si no pasará nada y siguió preparando la mesa.
- Venga. β dijo Ramiro β Todos a lavarse las manos.
Sus tres hijos fueron al aseo y él detrás de ellos, en la cocina solo se quedaron Yanira y el abuelo, quien sin perder tiempo, metió la mano bajo la falda de la chica y apartando la braga metió el dedo en su coño y lo sacó lleno de flujos.
- Estás mojada. ¡Perra! Esta noche voy a darte lo tuyo en el establo.
- Uffff. β respondió acalorada β Llevo todo el día pensando en esa vergota. Lo prometido es deuda.
- Ayyyy. Zorrona. Cuanto te gusta una buena polla, eres igualita que la puta de mi nuera.
Vieron que volvían los chicos y ambos disimularon, se sentaron a la mesa y hubo una pelea por ver cuál de los muchachos se sentaba junto a Yanira.
Al final fue Paco quien lo hizo, y cuando ...
... estaba con el primer plato, metió disimuladamente la mano bajo la mesa y la puso sobre el muslo de la mulata.
Ésta, sonrió divertida y bajó su mano también, cogió la del muchacho y la deslizó entre sus piernas hasta ponerla sobre su braga.
Uffff. Paco sudaba y no sabía si quitarla o echar la mano al coño. Pero no hizo falta que decidiera por sí solo, porque ella apartó la braguita y empujó los dedos del chico metiéndolos entre sus gajos.
Yanira estaba disfrutando. Comía, bebía y notaba esos deditos hurgando en su rajita que la estaban poniendo tan caliente que iba a soltar un gemido de un momento a otro.
Ramiro, que estaba sentado al otro lado de la supuesta novia, veía la mano de su hijo moverse entre las piernas de ésta y sonreía complacido al ver que su plan iba por buen camino.
El abuelo no quitaba ojo y sabía que algo pasaba, pero no quería interrumpir a su nieto, al fin y al cabo lo que estaba haciendo era calentar a la zorra.
Marisa tampoco perdía detalle y su cara era todo un poema, se veía cabreada y de repente dijo algo que dejó helado a su padre.
- Tengo que contarte algo. β exclamó mirando a su abuelo β
Tengo que evitar que mi niña le cuente al abuelo lo que ha ocurrido en el establo. β pensó al oír sus palabras β Si mi padre se entera va a montar un escándalo de mil demonios.
Cuando Facundo iba a preguntar qué era a su nieta, Ramiro se adelantó y la dijo que en el próximo viaje iba a llevarla al pueblo.
- ¿De verdad? Padre. β dijo ...