5.- Las perversiones de Facundo - Relatos Eróticos

5.- Las perversiones de Facundo

... ilusionada –

Hacía meses que no iba, y volver a ver las calles era como un regalo para ella.

- Claro, hija. Bajaremos una mañana.

Marisa torció el morro porque no le gustaba la idea, ella quería pasar la noche y ver el ambiente en las calles.

- Nooo. – respondió enfadada – Nos quedamos un par de días.

- Pero hija… - intentó protestar Ramiro –

- Por favor, padre. Hace mucho que no veo las calles iluminadas.

Facundo vio el cielo abierto, si se iba su hijo podría follarse a la mulata cuando quisiera, así que echó más leña al fuego.

- Llévate a la zagala. ¡Joder! Deja que se divierta.

Ramiro ya no tenía excusa, si lo decía su padre eran santas palabras.

- Está bien. Nos iremos este fin de semana, reservaré dos habitaciones en un hostal para pasar la noche.

- Dos no, padre. – contestó Marisa nerviosa - Qué en la ciudad me da miedo dormir sola.

- Vale, pues una entonces, pero no te quejes si luego dices que ronco.

Mientras hablaban entre ellos, Luisito hacía de las suyas, había visto por debajo de la mesa como su hermano metía mano a la novia de su padre, y para no quedarse atrás se había descalzado y con la punta de los pies hurgaba en el coño de la chica apartando los dedos de su hermano.

Yanira estaba en la gloria, con los ojos semicerrados y conteniendo los gemidos, disfrutaba de la paja que le hacía Paco y ahora del pie juguetón de Luisito.

Guió la mano de Paco al clítoris y sujetó el pie de Luisito para deslizar los dedos a lo ...

... largo de su rajita.

Éste no se quedó contento y empujó hacia adentro separando los gajos para penetrar su húmedo coño con ellos.

- Ummm. – se la escapó un leve gemido –

Ramiro la oyó y rápidamente tosió para apagar cualquier ruido. Miró de reojo y vio la minifalda remangada y la mano de su hijo mayor pajeando a su novia y el pie de su hijo pequeño penetrándola el coño con los dedos.

Uffff. ¡Que imagen más intensa!

Cogió la mano de su novia y disimuladamente la puso sobre su paquete.

Mientras él seguía hablando con su hija y con su padre, la zorra de Yanira le desabrochó la cremallera y sacando la verga comenzó a masturbarle.

Marisa estaba tan ilusionada con el viaje, que no prestaba atención a nada de lo que ocurría, pero Facundo miraba la escena y se relamía pensando que minutos después iba a romper el culo a esa puta.

- Veo que os gusta la carne magra. – dijo Facundo con sorna –

Los dos chicos apartaron pie y mano pero Yanira no soltó su presa, siguió sacudiendo la bandurria hasta que Ramiro eyaculó manchando el faldón de la mesa.

Ufffff. – gimió éste al correrse –

Yanira pasó los dedos por el faldón, recogió los restos de leche y de forma provocativa los llevo a sus labios mirando lascivamente al abuelo.

Paco, Luisito y Ramiro la miraban anonadados, la sensualidad de aquella mujer no tenía límite. La única que no se coscaba de nada era Marisa que no dejaba de hablar de lo bien que iba a pasarlo en el viaje.

Al hacer un gesto, y sin ...