Chantaje a mi puta perra xx - Relatos Eróticos

Chantaje a mi puta perra xx

... meandose en ella.

-Jara. -Ni se te ocurra limpiarte hasta mañana GORDA.

-Juani. -No lo hare AMA.

-Vestiros y vámonos, que mañana hay que trabajar, pero como tú eres la única que no trabajas, mañana a las diez aquí, deja lo que has comprado, mañana lo vemos y terminamos de completarlo, no me gusta que desobedezcas GORDA, has venido limpia.

-Juani. -Aquí estaré, se que voy a ser castigada, lo acatare, pero me daba cosa comprar oliendo a la GUARRA que soy.

-Como eres la única que esta vestida, ve a por el coche.

-Jara. -Ahora mismo AMO.

Solo tuvo que bajarse la falda, cogió su bolso y su abrigo y se fue a por el coche.

-Mañana dormiré en tu casa PERRA, así que prepara la cena.

-Isa. -Estaremos esperándolo AMO, ¿desea algo especial para cenar?

-No, me conoces muy bien, asi que algo ligero.

Isa y Juani salieron dirección al parquin, mientras que Mimi, Lu y yo nos quedamos, no mucho tiempo, esperando a Jara.

No tardamos nada en llegar, entrando directamente en el garaje de su piso.

-Jara. - ¿Quiere ver su coche?

Me agrado que lo dijera así.

-Por supuesto.

La seguimos, pues aunque no estaba lejos sí que estaba en una cochera cerrada. Me dejo a cuadros, porque era un Mercedes CLA hibrido de color negro, nuevo y junto al coche una moto 125 Piaggio tipo scooter.

- ¿Cuántas veces lo has usado?

-Jara. -Dos, cuando lo estrené que fui a Madrid, y la segunda cuando fui a Barcelona.

-Mañana cogeremos este, para familiarizarme con el ...

... manejo, ¿y esa moto?

-Jara. -Tendrá 10 km., lo que hay del concesionario aquí, fue un capricho, lleva ahí parada dos años.

-Pues mañana probamos y si arranca, la llevaremos al taller para que le hagan una revisión, me gusta moverme en moto, pero después de dos años, no tendrá ni batería, ¿tiene seguro?

-Jara. -El seguro esta al día (todo esto lo hablábamos mientras cogíamos el ascensor hacia el piso), y la batería esta desconectada, lo hizo el cornudo.

Entramos en el piso y nos dirigimos a la cocina, donde estaban sentadas Ana y Lucía, ambas en lencería, aunque Ana tenía su collar puesto y la correa colgando, mientras que el cornudo estaba de rodillas, con las mismas bragas que el día anterior.

-Buenas noches, ¿todo bien?

Al oírme las dos se levantaron.

Tranquilas, ahora toca relajarse, ¿hay algo para cenar?

-Ana. -Hola Raul, si, todo bien, la cena ya la tenemos preparada, hemos seguido las indicaciones de Jara y he preparado una cena ligera y fría.

-Perfecto, vosotras iros a poneros cómodas para cenar, y tú ve poniendo la mesa, que te ayude el cornudo (es al único al que no le iba permitirle que se relajara por ahora).

-Lucía. -Ahora mismo Raul.

-Ana siéntate conmigo, quiero que me hables de tu día con Carmen.

-Ana. -Pues es una mujer increible, tremendamente culta, al principio no entendía como alguien con esa cultura y saber estar, trabaja como camarera de piso en un hotel, hasta que me ha contado su vida, y si antes iba poco por casa, ...