Mi esposa argentina 6 parte 10 (Final) - Relatos Eróticos

Mi esposa argentina 6 parte 10 (Final)

... brazos, sentía yo una dolorosa punzada de celos y humillación y a la vez esa placentera inyección de adrenalina que tan bien conocía y ya no me importaba pajearme y correrme delante de él.

Parecía que Joselú lograba eso también en mí, provocarme una erección tras otra, me corría cuando él lo hacía. Tres veces en total, yo me corría sobre mi mano y él haciendo que ella se tragué toda su lefa. Tres abundantes corridas totalmente dentro de ella

_No puedo más…hijo de puta…acabá de una vez---no puedo_ decía ella al borde de la extenuación, luego de haberse corrido ya seis o siete veces, con esa polla enorme taladrándola sin piedad, era una verdadera máquina de follar, arrollándola, llevándola al límite.

Y era la propia Fernanda la que buscaba la boca de Joselu, anhelante, cuando estaba próxima a correrse otra vez, con la polla en el culo, ella lo miraba como sorprendida, se miraban fijamente a los ojos, él detrás de ella de costado, abrazándola, con una mano aferrada a uno de los tetones y luego ella estiraba el cuello de gacela y la boquita en un hermoso y doloroso frunce y se besaban, se morreaban ardorosamente siempre con la polla de Joselu dentro de su culo.

Y luego los dos me miraban, ella con los ojos entrecerrados, sin verme y Joselu, sonriendo torvamente o con una mueca feroz de triunfo.

Y cuando ella se corría una vez más, casi con vergüenza, él le cortaba el orgasmo volviéndola a besar para sentir como ella temblaba de pies a cabeza, dentro de su boca, ...

... sintiendo como su ano se contraía apretando la inmensa polla bien dentro, clavada como un puñal en la intimidad de sus entrañas.

Y por momentos Fernanda en toda su belleza, parecía expuesta al ridículo y hasta una cierta fealdad se adueñaba de ella, sus tetones parecían grotescos y ridículos, el maquillaje colapsado en su rostro, ella despeinada, sudorosa, mientras él le comía el coño en tanto se reponía de su corrida.

Sus tetazas ondulando sin control en un vaivén torpe, su culo enrojecido por los azotes recibidos, anhelante, jadeando y pidiendo más polla como una perra.

Finalmente ella volvió a tragar su lefa otra vez, de rodillas en el suelo, entre sus piernas, él sentado al borde de la cama.

Fernanda se estaba duchando mientras Joselu se vestía, fui a por unos tragos.

Le alcancé la copa, un gin tonic, al odioso enfermero.

_Bien ¿te ha gustado doc?_ me dijo

Recordé lo que habíamos hablado con Fernanda, parecía que Joselu necesitaba ahora mi aprobación.

_Has estado muy bien, claro_ le dije, a mi pesar

Finalmente éramos casi camaradas, compartíamos a mi mujer en cierto modo.

_Que guapa es, tan hermosa, estoy enamorado de ella….jaja, es decir…bah no se ni lo que digo….estoy loco por ella_ dijo nerviosamente

_Si…lo entiendo…es bellísima….._

_Tienes suerte…bah, te la mereces…_

_Supongo que si…las dos cosas, la suerte y que la merezco_

_Yo no sería capaz de dejar que folle con otro….los celos me matarían_

_Bueno…no ha sido fácil…llegar ...