Desnudando el Alma III: Placeres en la Oficina - Relatos Eróticos

Desnudando el Alma III: Placeres en la Oficina

Hoy me encuentro ansiosa por sorprenderte de una manera que sé que te encantará. He ideado un plan travieso que seguro hará latir tu corazón con aún más fuerza cuando llegue la noche. ¿Estás preparado para sumergirte en la tentación una vez más?

Esta vez, decidí mezclar un poco nuestras vidas cotidianas con una pizca de deseo irresistible. Para camuflarme entre el personal de entrega, he optado por un atuendo sencillo pero funcional. Llevo puesto un uniforme de mensajera, una camisa de color azul claro con el logo de la empresa de mensajería bordado en el pecho, combinado con unos pantalones negros de tela resistente y unos zapatos cómodos pero elegantes.

Al llegar a tu edificio corporativo, la imponente estructura de vidrio y acero se eleva majestuosamente hacia el cielo. Las amplias ventanas permiten que la luz del sol inunde los espacios interiores, creando un ambiente luminoso y moderno. El vestíbulo está decorado con elegancia minimalista, con muebles de diseño y obras de arte contemporáneo que reflejan la sofisticación de la empresa.

Mientras camino por los pasillos, llevando en mis manos el paquete que he preparado con tanto cuidado, siento las miradas curiosas que me siguen. Los empleados se detienen en sus quehaceres habituales para observar a la mensajera que ha irrumpido en su rutina diaria. Pero yo sigo adelante con determinación, con una sonrisa en los labios que no deja lugar a dudas sobre mi propósito.

Al llegar a tu oficina, puedo sentir la emoción ...

... palpitar en el aire. La puerta se abre para revelar un espacio elegante y ordenado, con un escritorio de diseño moderno y una vista impresionante de la ciudad a través de las ventanas panorámicas. El ambiente está impregnado con el aroma de la seriedad y la concentración, pero también con un toque de excitación que solo tú y yo podemos percibir.

Te encuentro ocupado en tus labores habituales, absorto en tu trabajo como siempre. Pero cuando nuestros ojos se encuentran, sé que el juego ha comenzado. Te entrego el paquete con una sonrisa cómplice, dejando que nuestros dedos se rocen durante un instante más de lo necesario. Puedo sentir la electricidad que fluye entre nosotros, alimentando el fuego de nuestro deseo compartido.

Al recibir el paquete, lo observas con curiosidad, notando la escritura elegante en la etiqueta. Con manos temblorosas, abres la caja con cuidado, revelando su contenido cuidadosamente seleccionado.

Dentro, encuentras una carta escrita a mano, con palabras seductoras que despiertan tus sentidos y te invitan a sumergirte en un mundo de placer y tentación. La carta dice:

Mi amor,

Hoy es un día especial, por eso, he decidido sorprenderte con un regalo especial que sé que te encantará. En esta caja encontrarás una deliciosa tarta de mousse de chocolate, tu postre favorito, para que podamos celebrar juntos tu cumpleaños de una manera íntima y apasionada.

Pero esta tarta no es solo un postre; es el preludio de una tarde llena de deseo y placer. ...