1. Dos hermanas


    Fecha: 25/07/2024, Categorías: Incesto Autor: secretfile, Fuente: TodoRelatos

    ... pasado los hombros.
    
    Ese pelazo contrastaba con el resto de su cara y cuerpo. De cejas finitas naturales, sin ser ridículas. Carla no podía ver los ojos debido a las gafas de sol, pero se los sabía de memoria. Unos ojos negros. Pero negros que no se distinguen las pupilas, le daban un aire exótico que Laura siempre ha sabido aprovechar.
    
    Los labios de su hermana siempre han sido normalitos, o eso siempre decía ella. Pero Carla sabía cuál era el secreto. La sonrisa. A no toda la gente le queda la cara bien cuando sonríe. Laura era su mejor postura. La sonrisa sincera, con dientes blancos, perfectamente alineados. No tenía la típica M en el centro de ellos. Eran mas bien algo ovalados. Pero tampoco parecían morcillones llenos de bótox. A decir verdad, el labio superior era algo más fino de lo que la gente asociaría a unos labios besables.
    
    Varias perlas finas de sudor ya empezaron a aparecer en el escote.
    
    Carla inconscientemente se llevó la mano al pecho. Como sintiéndose avergonzada por comparar sus pechos a los de Laura.
    
    Las tetas de Laura eran naturales. De escote ancho. No como Carla. La separación de sus tetas era bastante más pronunciada que las suyas. Laura no estaba completamente tumbada, sino más bien medio reclinada unos treinta grados aproximadamente. La típica postura de estar relajada y semi tumbada y a la vez poder hablar, leer un libro o mirar el móvil tranquilamente sin forzar el cuello.
    
    Ligeramente desplazadas, separadas hacia los laterales, ...
    ... pero con una base rellena. Lo admirable era como los pezones, pequeños y redondos no quedaban en la punta del pecho. Tenían una base redonda y el pecho reposaba encima. Eran unas tetas que ya solo con verlas sabias que eran bonitas. Sabias que en un pasado habían estado más llenas, pero ahora estaban algo más vacías. Mantenían muy buena forma.
    
    Carla se obligó a mirar al cielo intentando no centrarse en esos pezones. Volvió a bajar la vista para verlos. Esos pezones de aureola pequeña. Pezones de un color marrón algo oscurito. No eran rosas como los suyos.
    
    - ¿Sabrán como los de Ana? Se llegó a preguntar Carla. - No, basta. Por favor. Creo que voy a inventarme una excusa, bajaré al piso y la dejaré sola. Me estoy poniendo mala. Mala de ver y no probar. BASTA - Se gritó Carla en su cabeza.
    
    Carla respiró hondo.
    
    - Las tetas son como un vaso de agua en pleno verano – Pensó Carla – No saben a nada, pero ambos están muy ricas.
    
    - Te vas a quedar ahí todo el rato? - Dijo Laura incorporándose en la hamaca y bajándose las gafas para mirar a su hermana directamente con los ojos negros inquisidores.
    
    - Esto, yo... - Balbuceó Carla
    
    -Va, quitarte la ropa y túmbate, que tenemos que descansar de no hacer nada y bebernos las hierbas mientras nos ponemos morenas.
    
    Laura arrimó la hamaca de Carla tirando hacia ella por el apoyabrazos, dejándola pegada a la suya. Luego dando golpecitos con la palma de la mano en medio de la hamaca le metió prisa a su hermana.
    
    A Carla le costó ...
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