1. El juego 6


    Fecha: 26/07/2024, Categorías: No Consentido Autor: charlines, Fuente: TodoRelatos

    ... disponía a salir cuando vi un sobre en la mesa del salón. ¿Qué coño era eso? ¿Me dejaba su dirección? Me sonreí de mi bobada. Abrí el sobre y había cuarenta mil euros. No me lo podía creer, joder todo era parte del juego. Dando vueltas a mi cabeza, deduje que, si había cuarenta mil, era porque la primera violación, también fue parte del juego.
    
    Me cago en su puta madre, que hijos de puta.
    
    Mi cabeza iba a mil, había superado la prueba, ahora tendría ciento sesenta y cinco mil euros en mi cuenta bancaria. La verdad que, salvo el secuestro y violación, que lo pasé muy mal, lo demás había sido placentero y en algunos casos muy placentero.
    
    Volví a desnudarme, me puse mi ropa de estar por casa y preparé la comida. Comía tranquilamente mientras me relamía de algunas circunstancias, incluida la de hoy, había disfrutado mucho con ese enmascarado. Joder, como podía pensar eso, me estaba convirtiendo en una ninfómana, una puta, una adicta al sexo.
    
    A media tarde sonó el teléfono.
    
    • Señorita Ana, buenas tardes.
    
    • Buenas tardes, ¿quién es usted?
    
    • Soy el encargado de agradecerle sus servicios.
    
    El hombre me explicó que el juego trataba de realizar las fantasías de diferentes sujetos que pagaban bien por ello. Era la ...
    ... primera vez que lo hacían con gente normal y les había encantado mi predisposición. Me comentó que era una mujer con muchas agallas y le gustaría que siguiera con ellos. Como ya sabía, habría escenas controladas y escenas que yo no sabría que lo eran hasta haberlas consumado. Esa propuesta me excitó, me gustaba jugar y necesitaba jugar. Pero, también estaba el morbo del riesgo y que nunca sabría hasta donde llegarían en sus propuestas.
    
    • Joder, no sé qué decir, tendría que pensarlo
    
    • Le doy de plazo hasta mañana, mañana le volveré a llamar.
    
    • Gracias, usted es muy amable.
    
    Mi cabeza bullía pensando que en poco tiempo podría retirarme y vivir tranquila y cómodamente sin muchos excesos, pero bien, relajada. Una vez me contaran sus propuestas, podría decidir.
    
    Baraje las posibilidades y todas salieron positivas, si, les diría que sí.
    
    Los nervios me atenazaron hasta que sonó el teléfono.
    
    • ¿Señorita Ana, ha decidido?
    
    • Si, lo tengo claro, venga, digo que sí.
    
    • Muy bien
    
    • Tenemos una prueba nueva para usted, mire su correo.
    
    Al mirar mi correo vi que había un congreso en un hotel de la ciudad, un número de habitación y unas instrucciones de vestimenta.
    
    Sonreí, pero esto se lo contaré otro día.
    
    Fin 
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