1. Intriga Lasciva - El Instituto [34]


    Fecha: 26/07/2024, Categorías: Grandes Series, Autor: Nokomi, Fuente: TodoRelatos

    ... tenía razón, eran profesoras… y no las habían visto.
    
    Aún así los nervios de Erika se incrementaron, quizás porque las mujeres parecieron detenerse a pocos pasos de la puerta del escobero. Xamira decidió emplear una táctica más agresiva. Introdujo dos dedos dentro de la concha de Erika y se alegró de sentirla tan húmeda. Acto seguido, la besó en la boca. Para su sorpresa, su amiga aceptó el beso y la trajo más sobre ella.
    
    Para Erika esto fue como rememorar lo que ocurrió con la vasca dentro de la ducha y no quiso dejar sus dedos quietos. Fue en búsqueda de la vagina de Xamira y también metió sus dedos.
    
    Ante esa actitud, las cosas cambiaron drásticamente para Xamira, ahora le quedaba claro que el comentario en la ducha “no me molestaría si eso ocurre”, no había sido una broma. Desde que vio desnuda a Erika por primera vez fantaseaba con pasarle la lengua por esa vagina tan preciosa y suculenta. No aguantó la tentación, era la ocasión ideal para hacerlo. Se agachó como pudo, intentando no tirar ninguna escoba y de no hacer ruido. Erika entendió al instante lo que su amiga estaba por hacer y pasó su pierna izquierda por encima del hombro de Xamira. No fue fácil hacerlo en un espacio tan estrecho; pero lo consiguió.
    
    Así su vagina quedó ofrecida, para que Xamira hiciera lo que se le diera la gana. Y por supuesto, lo que más ganas tenía de hacer era chuparla. Se lanzó sin más preámbulos y le dio un fuerte chupón al clítoris. En ese instante Erika pensó que todo eso de ...
    ... dar vueltas desnuda por la escuela la había puesto muy cachonda, tanto como para aceptar una buena chupada de concha por parte de una mujer. Se maravilló con el talento que desarrolló Xamira para esta práctica. Su lengua se movió rápido, con seguridad, y exploró cada milímetro de su sexo, por dentro y por fuera. Los gemidos de Erika no tardaron en llegar, sin embargo no le preocupó demasiado, las profesoras ya se habían marchado y era obvio que no iban por ellas. Podía relajarse, allí nadie las descubriría.
    
    La lengua de Xamira se movió ansiosa, quería disfrutar al máximo de cada segundo que pudiera pasar con Erika. No quería admitirlo pero últimamente sus amigas la calentaban cada vez más y varias veces fantaseó con la idea de chupársela a todas… hoy se estaba dando el gusto de hacerlo con una más.
    
    El disfrute terminó de golpe, cuando la puerta del escobero se abrió. Tanto Erika como Xamira se quedaron petrificadas mirando a quien las había descubierto infraganti. No tardaron en identificarlo, era uno de esos personajes anónimos que siempre deambulan por el instituto: el conserje.
    
    —Ah bueno… ¿qué tenemos acá? —Dijo el hombre, con los ojos desencajados. Se trataba de un tipo algo bajito, no debía medir ni un metro setenta. Hombros y cuello anchos, manos pesadas, de piel ligeramente oscura y un corte de pelo militar, bien rapado a los lados y un cepillo por encima.
    
    —Emm… podemos explicarlo —dijo Erika, mientras Xamira se ponía de pie.
    
    —No hay nada que explicar, ya ...
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