De crucero sin saberlo - Relatos Eróticos

De crucero sin saberlo

Había oído hablar muchas veces de lugares en los que hombres y mujeres se reunían espontáneamente para tener sexo, bien del mismo sexo o distinto, pero nunca había estado, ni siquiera visto, nunca. En las vacaciones del pasado verano alquilé un apartamento en la playa para pasar 15 días de vacaciones con toda la familia, mis hijos, nietos y mi esposa, es la única época del año que nos reunimos toda la familia.

Normalmente me toca ir a la compra, normalmente me acompaña mi mujer, y cuando hay una compra más grande de lo habitual solemos ir al pueblo de al lado en donde hay un supermercado más grande a reponer viandas. Al día siguiente de llegar mi esposa se puso un poco pachucha y me tocó ir a la compra yo solo, había que comprar para todas las vacaciones los alimentos no perecederos, al venir de vuelta al apartamento me entraron ganas de orinar y, cuando uno tiene mi edad en cuanto avisa hay que hacerlo si o si, paré en una área de descanso y me bajé con prisa, como siempre que espero más de la cuenta, me adentré un poco en el pequeño bosque que hay allí y sin más me saqué la verga para mear.

Al irme relajando y sintiendo el alivio de la descarga vi movimiento de gente que no me pareció normal, de repente, medio escondido tras unas ramas vi a un hombre con la verga fuera masturbándose, me dió la impresión de que me miraba, nunca había visto la polla de un extraño en esas condiciones nunca, un tio pajeándose delante de mi, había visto pollas de hombre en las duchas del ...

... gimnasio pero jamás le di importancia, pero aquel día noté una sensación extraña y un gustito muy sabroso recorrió mi verga que enseguida se puso en posición de firme; mal que bien sacudí las últimas gotas y me la guardé, no es que la tenga muy grande 17/18cm., pero me costó algo más de lo habitual.

Cuando volvía para el coche se me acercó un hombre, imaginé que era el que se la estaba meneando delante de mí, y me soltó:

-Te gustó lo que viste? No le hice ni caso y seguí caminando.

-No disimules vi como te empalmaste mirándome, le eché una mirada amenazadora y se quedó parado.Me monté en el auto y él se acercó me tocó la ventana, haciéndome señas para que bajara el cristal, de mala gana accedí y bajé la ventanilla el tío tenía la polla fuera del pantalón, no se cortaba ni un pelo, y me dice:

-Cójela, sé que lo estás deseando.

Yo no sabía donde meterme me estaba dando mucha vergüenza, miré alrededor y al no ver a nadie le cogí la polla y noté como un latigazo de placer disparaba mi verga, se me puso como hacía tiempo no la veía, empecé con un movimiento suave, adelante, atrás, adelante, atrás, la cabeza me daba vueltas pero no podía parar, en cada movimiento el capullo asomaba en la punta de aquella verga dura.

-Déjame subir al coche por favor, Yo, ya sin dudarlo, le abrí la puerta y me dijo:

-Cambia el coche para aquellas sombras, debajo de aquellos árboles estaremos mucho mejor y lejos de miradas, Como un autómata obedecí.

Aparqué lo más debajo de los ...