De crucero sin saberlo - Relatos Eróticos

De crucero sin saberlo

... árboles que pude, no se veía a nadie por los alrededores, aquel hombre echó mano a mi verga por encima del pantalón corto y deportivo que llevaba puesto, fué bajando su mano por mi muslo para volver a subirla ya por debajo de la pernera hasta llegar a los calzoncillos que apartó a un lado y me la agarró suavemente, luego cogió mi mano y la llevó a su polla todavía fuera del pantalón, estuvimos un rato tocándonos mutuamente hasta que empezó a besarme en la boca, al principio sentí un poco de nausea, nunca había besado a un hombre de esa manera, metió su lengua hasta el paladar y pasada la primera impresión, comencé a responderle de igual forma, mi polla estaba a punto de reventar.

-Desnudémonos, dijo, y comenzamos a desnudarnos de manera incómoda dentro del auto y comenzó a pellizcarme los pezones y lamer mi pecho, fué bajando poco a poco hasta llegar a mi polla que no podía más de la erección que tenía.

Sentí su lengua pasar por la cabeza y una oleada de placer me inundó al sentir sus labios rodeando mi verga y su lengua seguía lamiendo y succionando con fuerza, cada vez se iba girando más y más hasta llegar a poner su culo pegado a mi cara, no me pude contener y empecé a acariciarlo y poco a poco metí un dedo en su culo y jugué un poco con él dentro, parecía no serle suficiente y puso su polla justo delante de mi boca.

Era la primera vez en mi vida que tenía una polla tan cerca de mi boca, no sabía lo que hacer, el me lo indicó intentando metérmela en la boca, ...

... abrí poco a poco mis labios y sentía como iba entrando su cabeza empecé a lamer con fruición, notaba un sabor agradable en la lengua, pero no podía dejar de pensar en el placer que él me estaba proporcionando, sentí que me iba a correr y quise avisarlo pero él succionó todavía con más fuerza y de repente mi polla estalló en su boca, me estaba corriendo como nunca antes recordaba, al tiempo que lamía y me metía su polla más adentro, sintiendo que llegaba a mi garganta noté como se hinchaba más y más, noté como se aceleraban sus pulsaciones y de pronto un río de leche pastosa y caliente entró en mi garganta, al principio casi me ahogo pero luego fué disminuyendo la intensidad de su corrida que hasta que pude tragármela toda.

Nos incorporamos y estuvimos besándonos e intercambiado las corridas que todavia teniamos en nuestras bocas, cuando por fín volvió a hablarme me pidió que le follara el culo, yo ya estaba desatado del todo, y luego de charlar un rato y seguir jugando con nuestras vergas volví a tener ganas de follar, no recordaba cuánto tiempo hacía que no echaba dos polvos seguidos a mi mujer.

Empezamos de nuevo a besarnos y me dijo que era mejor bajarnos del coche, nos pusimos los pantalones sin nada por debajo, yo cogí unas toallas de playa que llevaba y nos internamos un poco en el bosquecillo, él, que lo conocía bien, me llevó a un claro rodeado de maleza en el que estaríamos más tranquilos, puse las toallas en el suelo y el me agarro por la espalda arrimando su ...