El beso del dragón
Fecha: 09/08/2024,
Categorías:
Sexo Oral
Autor: toulouse, Fuente: RelatosEróticos
Después de un rato follando, sigue sin cansarse y encadenando orgasmos. Cuando la conocí, hace unas horas, nunca pensé que fuera así de activa.
Ahora mismo yo estoy sentado en el borde de la cama, con las rodillas separadas y ella de pie, puesta delante en pompa. Con sus manos apoyadas en mis rodillas, su cuerpo levemente inclinado hacia adelante, y dando sentones en mi polla.
Su pelo largo rizado rebota por la parte alta de la espalda. Su parte central brilla por la transpiración del sexo. Y la parte más baja me maravilla con su cinturilla y los hoyuelos de Venus. Con la piel blanquita pero ligeramente dorada hasta las nalgas, que tienen un color rosado de haberla dado algún azote y agarrarla la nalga blanda en momentos de placer.
Solo con sentirla ya es placentero, pero además el morbo de ver su ano ligeramente más oscuro tener alguna que otra contracción subiendo y bajando es demasiado excitante.
Estiro mis manos buscando sus pechos. No sé la talla que usa pero son ideales para mis manos. Caben perfectamente y los puedo agarrar sin problemas. Me inclino hacia adelante para poder tocarlos y acariciarlos bien. Ella se relaja un poco y se acomoda entre mis piernas haciendo que mi polla penetre más profunda en sus entrañas. Ella se incorpora para que pueda manosearla mejor. Pero va tan caliente que es incapaz de estarse quieta. Mientras la sobo, va jugando con sus caderas. Haciendo pequeños círculos que repercuten en mi polla frotándose por su interior.
Yo ...
... resoplo de placer mientras ella me pide que siga. Aunque creo que no es a mi, sino simplemente está pensando en voz alta que no quiere que se acabe el placer que está sintiendo. A ratos puedo sentir como se contrae su coño y por mis huevos el efecto frío-calor de escurrir sus fluidos. Caliente de salir de su interior y frío cuando está con el ambiente.
Saco mi lengua, le doy un largo lametazo por la espalda. Justamente recorriendo las vértebras. todas y cada una de ellas. Desde media espalda hacia arriba. Ella resopla y se echa la melena hacia adelante para que yo llegue hasta la base de la cabeza con mi lengua.
En ese recorrido siento en mis manos como su piel se eriza y sus tetas se endurecen.
Pese a que ya llevamos un tiempo de sexo, para ella es como si fuera el comienzo. Disfruta sin señales de agotamiento ni cansancio. Hace el helicóptero y estando sentada sobre mi polla, gira para ponerse cara a cara conmigo, penetrada en mi regazo.
Me mira, el universo se detiene unos segundos y se lanza a por mi boca. A besarme y devorar mi boca. Es muy pasional. No para quieta. Aparta unos segundos su boca de la mía, y me dice: “
Me encanta tu polla
” y me vuelve a besar mientras sus caderas se agitan de forma enérgica. Yo bajo mi mano y la doy un azote en el culo. Ella exclama entre suspiros de placer. “
¡Sii, dame más! ¡Azótame que he sido mala! ¡Ufff… como me pone que me azoten!
”
En ese momento, al ser menuda, la abrazo llevando mis manos hasta sus nalgas y ...