1. Mi inicio como puta profesional


    Fecha: 19/08/2024, Categorías: Transexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... puesta, en lencería y desnuda. Cuando terminamos, tenía semen tanto en la cara como en el ano, en la vagina y en las piernas. También tenía mucha saliba en los senos, en las piernas y en las nalgas. Alfonso me quito la prenda que cubría mis ojos y nos sentamos todos. Alfonso sirvió unas copas y platicaron un rato, acerca del video y las fotografías que me habían tomado, entre otras cosas, yo estaba totalmente desnuda, y el amigo de Alfonso se sentó junto a mi y me agarró las piernas. Posteriormente se despidieron y se marcharon.
    
    Al quedarnos solos Alfonso me dio una bata negra transparente, me tomó del brazo y me dijo “vamos al billar”, me llevo a su auto y rumbo a los billares me llevo mamandole la verga, y desde que bajamos del coche hasta que llegamos a la mesa de billar me llevó agarrada de las nalgas y metiéndome un dedo, y solo me quitó la ropa y me subió a la mesa volviendome a coger, haciéndome gemir y gritar fuerte, mientras los hombres que estaban allí le hachaban porras e incluso me tomaron fotos y video siendo penetrada. Luego de regreso en la casa nos acostamos a dormir.
    
    Al día siguiente acudimos con el terapeuta y me sorprendí al escuchar a Alfonso decir “no veo porque se queja esta puta. Si bien no la he tocado últimamente, ella puede revolcarse con cualquiera pues es solo una puta a la que tengo por caridad. No es mi esposa y no ...
    ... siento nada. Ya me la cogi y puedo mandarla a la chingada cuando quiera” y yo sólo respondí “si no me ibas a querer porque me convertiste en mujer”. Pero mi pensamiento estaba en lo feliz que fui al haber sido cogida por 2 hombres y también en público.
    
    Al salir del consultorio del terapeuta Alfonso me dejo en la casa y se fue a la cafetería. Y allí fue cuando agarré mis cosas personales, las fotos mías de la galería y el video. Y me fui a buscar vivienda, llegando a una vecindad donde renté un departamento barato y esa misma noche salí a pararme en la esquina de la calle donde vivía, decidida a trabajar como puta, pensando en ganar dinero para vivir y recibiendo placer al mismo tiempo que colmando la necesidad de ser cogida. Llevaba puesta una micro faldita, una blusita muy escotada, tacones muy altos, mini medias negras, liguero y tanga. Y no tardo mucho en llegar mi primer cliente, que se trataba de un hombre como de 40 años, fornido, vestido formal, quien me llevó una calle obscura y allí se la mame con mucho entusiasmo y alegría, y cuando me penetro, fuertemente, gemí, grite y aullé fuertemente, lo que fue de su agrado, quedando tan satisfecho y contento con mi trabajo, que me dio más dinero de lo acordado y me pidió verme seguido, a lo que le respondí “cuando gustes amor, ya sabes donde está mi oficina”. Y así fue mi debut como puta de profesión. 
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