Necesitaba leche y mi joven vecino me llena con la suya
Fecha: 19/08/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Hetero
Infidelidad
Autor: soyAriel, Fuente: SexoSinTabues30
Enlace al relato anterior: “Trío inesperado con dos machos. Que cogida me dieron”https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/heterosexual/trio-inesperado-con-dos-machos-que-cogida-me-dieron/
Hola, Paty nuevamente, ya tenía rato que no escribía, disculpen mi ausencia, la verdad no tenía mucho que decir, estaba intentando enderezar mi vida, mi hijo ya tiene 8 años y tengo una vida feliz con mi esposo, por lo que había decidido dejar de andar en puterías, por el riesgo de ser descubierta por algún vecino y ser el blanco de los chismes de la colonia. Pero como dicen, el diablo tienta y la carne es débil y volví a caer en la tentación, la historia que les voy a contar sucedió apenas hace un par de semanas y con quién menos podía imaginar. Era Domingo y hacía un calor infernal en esta ciudad del Sureste, a pesar de ser febrero, todavía invierno, empezaban los primeros calores intensos en esta región tan calurosa de México. Mi esposo estaba en etapa de trabajo, cómo les había comentado, él trabaja en plataformas petroleras marinas y trabaja 14 días y descansa otros 14, casi terminaba su etapa de labor y en un día estaría en casa, por lo que estaba cachonda por la falta de sexo, pero sabía que pronto acabaría la espera, ya que mi marido siempre llega muy ganoso después de estar dos semanas aislado en el mar. Por el calor, vestía solamente con una blusita ligera y unos shorts cortitos, que hacían lucir mis piernas y se ajustaban muy bien a mi cuerpo, como saben me gusta vestir ...
... sexy, aún en ausencia de mi marido. No había hecho despensa, no me gusta ir sola al supermercado y decidí esperar a que llegara mi esposo para ir juntos, pero al preparar la comida me di cuenta que me hacía falta leche y jamón para la cena. A un lado de mi casa hay una tiendita de abarrotes tradicional, donde hago las compras de emergencia, de esas pequeñas tiendas casi extintas ante la propagación de tiendas de conveniencia de cadenas como OXXO y otras similares, sin embargo, por ser Domingo cierran temprano, a las 2 de la tarde y ya casi era hora, de lo contrario tendría que caminar un par de cuadras al OXXO más cercano y con el calor intenso que hacía no me apetecía. Fui a ver a mi hijo a su recámara, por si quería acompañarme y me dijo que no, la verdad no lo culpo, a mi tampoco me daban ganas de salir, así que le dije que iba a salir a comprar algunas cosas y que cualquier cosa me llamara por celular, le dejé un viejo celular que ya no uso, por cualquier emergencia. La tienda en cuestión era propiedad de un matrimonio, Don Ernesto y su esposa Doña Candelaria y tienen un hijo, que hacía mucho tiempo no veía, del mismo nombre del padre. Salí y al llegar a la tienda un joven apuesto y atlético estaba a punto de cerrar la cortina metálica, lo reconocí de inmediato, era Ernestito o Nesty como yo lo llamaba, el hijo del matrimonio y que conocía desde que era un niño de unos 9 o 10 años. – Hola Nesty, ¿Todavía me puedes atender? – Claro señora Paty, será un placer atenderla- ...