Necesitaba leche y mi joven vecino me llena con la suya
Fecha: 19/08/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Hetero
Infidelidad
Autor: soyAriel, Fuente: SexoSinTabues30
... rogué: – Cógeme, cógeme, cógeme ya por favor, estoy ardiendo. Con una sonrisa maliciosa, me subió al mostrador boca arriba y me fue quitando mi tanguita completamente empapada, lo vi acercarla a su nariz y aspirar, con cara de deseo y cerrando sus ojos, abrió mis piernas y me dio un cálido beso en el vientre, estaba empapada, ansiosa por que me cogiera, pero en lugar de eso sentí su lengua rugosa y ardiente separar mis labios vaginales e introducirse ligeramente en mi vagina, un gemido salió de mi boca, di un nuevo respingo, me tomó de ambas piernas y las empujó contra mi pecho, de forma que mis nalgas y coño quedaban a su alcance, su lengua recorría mis nalgas y se escabullía entre ellas hasta tocar mi ano, para seguir por mi vagina, y llegar a mi clítoris, no lo podía creer, me estaba comiendo la raja completita, me sentía en las nubes, su lengua no paraba, mi coñito y mi culito le pertenecían, empecé a gemir como demente y ya no pude más, mis piernas se tensaron y empecé a temblar, un fuerte orgasmo estremeció todo mi cuerpo, Ernesto pegó su boca a mi vagina para succionar mis fluidos con gula, sin dejar de masajear mi clítoris, cuando terminé de correrme me enterró sus dedos profundamente en mi vagina y abriendo mis nalgas con fuerza comenzó a lamer rápidamente mi anito, sentí como su lengua empujaba mi esfínter hacia adentro y entrar la puntita, fue el acabose, otro orgasmo sacudió mi cuerpo, mis jugos escurrían por los dedos de Ernesto, quien no dejaba de meter la ...
... punta de su lengua dentro y fuera de mi anito, no podía respirar, era tanto el placer que mi cuerpo convulsionaba y le rogué desesperada que me cogiera. Ahora sí no me castigó, se levantó y posicionó su enorme verga en la entrada de mi coño, cuando la sentí entrar casi lloro de la emoción, disfruté centímetro a centímetro como entraba esa rica verga dentro de mí, me llegó muy dentro, definitivamente estaba muy bien dotado, me empezó a bombear, lento y profundo, el placer era máximo, empecé a gemir sin cesar, sus manos acariciaban mi vientre y pellizcaban mis tetas suavemente, que rico se movía, vi su cara, me miraba con deseo, no podía creer que un muchacho tan joven fuera tan buen amante, su verga me llenaba completamente, tenía el tamaño perfecto, me la sacaba hasta dejar solamente la cabeza dentro y me embestía con fuerza hasta que su pelvis chocaba contra mi vagina y sus huevos rebotaban contra mis nalgas, así estuvo cogiéndome como por 20 minutos, con su vigor juvenil y un aguante digno de un macho con experiencia, poco a poco fue aumentando su ritmo, hasta alcanzar una velocidad increíble, todo mi cuerpo se zangoloteaba, mis gritos se volvieron alaridos, aullaba de placer sin importarme que alguien escuchará, mi vista se nubló y empecé a convulsionar, mi cuerpo se retorcía, sentía espasmos recorrer mi cuerpo, grité mi corrida. – Me corrooooo, me corroooo papi, me corroooooooo Ernesto gemía y gruñía, el sudor recorría su rostro que estaba completamente rojo, mis espasmos ...