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El recuerdo de Saddy
Fecha: 23/08/2024, Categorías: Hetero Autor: DayD3D, Fuente: CuentoRelatos
... disfrutando la gloriosa y dulce garganta que le regalaba sin descanso entre ríos de saliva. Su boca hacia un buen trabajo porque lo sintió retorcerse y apretarle duro la carne en la espalda. “Que rico mamas so puta!” le dijo. Saddy ahogó un quejido de dolor y con un suspiro sumiso le dijo: "Llename la cara de leche" y reanudo el movimiento sin parar. Pero las manos continuaron bajando suavemente. Las sintió acariciándola y metiendo los dedos entre su piel y su tanga negra. Sus dedos le agarraron el culo. Tenía las rodillas muy separadas y ahora sentía como las manos que le apretaban las nalgas, tiraban de sus carnes blancas con fuerza y le abrían el culo por completo. Saddy insistió más y esta vez se la chupo más rápido. Desconsolada sintió como unos dedos se deslizaron en la raja del culo y le invadían el ano. Con rapidez le sujetó con fuerza las muñecas con las manos y sin sacársela de la boca hizo con la cabeza un vigoroso gesto de negación: Era la última carta que tenía. Entregado el mensaje, reanudo su labor con suavidad pero no le soltó las manos. Derrotado, él las levanto suavemente entrecruzándolas en la cintura de ella y lanzando una boconada de resignación mientras sentía como su boca le acariciaba el glande. Fuera de peligro Saddy le acaricio las manos con las suyas y esta vez le dio unos besos con suavidad chupándole el pene con ternura y pasándole la lengua por el glande mientras le miraba a los ojos con otro mensaje: “Todavía soy tu perra y puedes ...
... hacerme muchas cosas”. Él le cruzó con suavidad las manos subiéndoselas por la espalda. “Es ahora!” se dio cuenta Saddy. El sexo despechado, vengativo, y furioso. Usando su cinto él le amarró las manos en la espalda con firmeza. Lo había visto zafárselo y no le había quitado la vista de encima. Sabía lo que iba a pasar. Él la aló de rodillas por el pelo poniéndola de espaldas contra la puerta de la calle. La cogió firme por el cuello mientras se inclinaba. La cabeza le explotaba de excitación. “Voy a llenarte la boca de leche, y te voy a dar una tranca que te vas a desmayar”. “Tú no sabes lo que yo aguanto o no”. “Sé que no me aguantas la pinga en el culo, soputa!”. “Eso tampoco lo vas a saber, maricón!” Él le escupió con fuerza en la cara y antes de que Saddy pudiese exclamar, le metió la pinga por la boca abierta. Rápidamente comenzó a embestírsela con fuerza en la boca como si se la estuviera singando contra la pared. “Que boca tienes, puta!”. Saddy tenía los pezones como piedras. Sin poder usar sus manos, y atormentada contra la puerta, se tragaba sin una queja cada embestida y se humedecía la boca cada vez que él le pasaba la pinga por toda la cara o le daba con ella en la lengua. De nuevo se acercaban voces por la acera. “Párate!” Le obligo cogiéndola por el cuello. Saddy se puso sobre sus piernas y rápidamente él le tiro duro del pelo hacia atrás obligándola a mirar para el techo. "Quiero más. Dame pinga" le dijo ella. “Ven para acá” Empezó a caminar insegura y ...