Aquel día
Fecha: 23/08/2024,
Categorías:
Confesiones
Autor: Omed, Fuente: CuentoRelatos
En una mañana fría, cuando el reloj marcaba las 6 de la mañana, decidí salir a caminar por las calles de la ciudad, aun no tenía una ruta definida, pero si un objetivo de oxigenar mi cuerpo mente; a cada paso que daba no encontraba ninguna persona, me encontraba en una ciudad desértica, quizá porque era domingo.
Por la acción de caminar, mi cuerpo entró en calor y el frío ya podía tolerar, continúe con mi actividad a pasos coordinados, hasta que a lo lejos divisé un bulto de color negro que se encontraba tirado en el piso; al llegar al lugar determinado, flexioné mis rodillas hasta llegar al piso de cemento, en esta posición pude verificar que se trataba de una funda de color negro amarrada, obstáculo por el cual no se podía observar su contenido que llevaba al interior.
La tome en mis manos y palpe con el fin de saber que era su contenido misterioso, según su textura aparentaba ser prendas de vestir pequeñas; observe a los lados, no había ninguna persona ni vehículos transitando, me invadió los nervios porque quería llevar la funda a la vez dejar ahí; involuntariamente arrugue lo más que pude y traslade aquella funda hasta el bolsillo de mi chompa, a esto mi cuerpo incorpore rápidamente para no ser descubierto y seguí caminando pero de regreso a mi departamento en donde vivía.
Apresure mi caminar queriendo llegar lo más pronto a mi departamento y despejar esta duda sobre el contenido de la funda misteriosa, me imaginaba muchas cosas, a lo mejor una camiseta, medias ...
... o un pedazo de tela sin importancia; por fin llegue a mi destino, abrí la puerta principal y directamente ingrese a mi dormitorio, despojándome de la chompa por el calor corporal que temía en el momento.
Saqué la funda de la chompa y me senté en mi cama, procediendo inmediatamente a desamarrar el nudo de la funda sin ningún inconveniente; llego el momento de descubrir, metí mi mano y en un solo puñado alcancé el contenido; vaya sorpresa, no podía creer lo que vio mis ojos, eran 3 prendas femeninas de las más diminutas y sexys, se trataba de hilos dentales de finos acabados de color amarillo, negro y rojo.
No desistía de ver a la vez palpar la textura de la randa y el encaje que conformaban aquellas prendas lujuriosas, admiraba su transparencia porque dejaba ver algo de lo prohibido y en su totalidad las posaderas contorneadas de una mujer; muchas incógnitas maquinaban mi mente, ¿Tal vez las mujeres que usan esta prenda diariamente, tienen problema al caminar? ¿quizá esta prenda se les introduce en los labios vaginales? o ¿Les causa placer?
Con todo este antecedente de preguntas e incógnitas, sentí la curiosidad de saber que se siente tapar la sexualidad con aquellos triángulos de tela muy pequeños, a sabiendas que esta prenda era exclusivamente hecha para la autonomía femenina, me recosté en mi cama y para desnudarme.
Ya totalmente desnudo, tome las prendas del placer, procediendo a colocar una en mi pectoral, otra en mi abdomen y la que más era de mi agrado (hilo ...