1. Aquel día


    Fecha: 23/08/2024, Categorías: Confesiones Autor: Omed, Fuente: CuentoRelatos

    ... de color rojo pación), le traslade lentamente a mi pene que en esos momentos se encontraba flácido, pero no fue por mucho tiempo, ya que al roce de la tela en mi glande activo mi libido sexual al cien por ciento y mi pene tubo una erección; dejando todo tabú a un lado, disfrute el momento, recorriendo toda mi piel con aquellas prendas femeninas.
    
    Con todo esto mi cuerpo empezó a tener espasmos musculares de excitación, sobre todo en mi área pélvica, como si fuese una mujer pidiendo ser poseída ya; mi cuerpo sudaba y pedía algo más, para saciar ese momento intenté a darme placer individual, bajando y subiendo mi pene con mi mano derecha y con la otra frotaba las prendas en todo mi cuerpo desnudo, sintiendo los primeros fluidos que mojaban la cabeza de mi pene erecto y parte de mi dedo pulgar. Sabía que pronto llegaría al orgasmo acompañado de una explosión de chorros de semen; quería seguir disfrutando por lo que pare, descanse sin dejar de apreciar los diminutos hilos.
    
    Ya retomado fuerzas, me vino la idea de sentir aquella prenda en la mitad de mis nalgas, tome en mis manos el hilo rojo, recogí mis piernas quedando las rodillas pegadas a mi pecho, estire mis manos hacia mis pies para introducir aquella prenda, sintiendo nuevamente la activación sexual, estire mis pies y la prenda cada vez se encontraba cerca de mi pelvis; arquee mi espalda dando factibilidad para colocar definitivamente la prenda en mi pelvis.
    
    Mi corazón no dejaba de palpitar, mi cuerpo temblaba ...
    ... de emoción y placer al acariciar mi piel, me sentía otra toda una mujer candente, únicos momentos en los cuales podía experimente la otra parte escondida de mi sexualidad; me acorde que en el baño del dormitorio existía un espejo en donde se podía reflejar el cuerpo entero, sin pensar dos veces me levante y al incorporarme sentí un apretón en el área testicular y anal causado del hilo produciéndome instantáneamente un gemido seguido una pequeña emisión de líquido pre seminal.
    
    Fue emocionante ver mi cuerpo puesto aquella prenda femenina frente al espejo; me di la vuelta y gire mi cabeza, al contrario, admirando parte de mi espalda, cola y piernas por primera vez, pudiendo observar como sobresalía aquel triangulo pequeño de tela de la mitad de entre mis nalgas, que a propósito se veían hermosas y provocativas.
    
    Me perdí en el tiempo, probándome los tres hilos como si fuese una chiquilla en el probador de una tiende de lencería, hasta que no aguante más ver mi miembro mojado de líquidos y demasiado erecto; tome mi mano derecha y me inicié a masturbar acompañado de suave movimiento de caderas y vientre, manoseos de mis tetillas como si fuese una verdadera mujer. Gemía demasiado, alaba el hilo puesto para que el apretón en el ano sea más intenso y me cause placer, seguía masturbándome a un buen ritmo hasta que llegue al orgasmo con unos buenos chorros de semen blanco y espeso que mojo mis manos y piernas, fue algo indescriptible.
    
    Desde ese momento sé que mi destino fue ...