1. Una inesperada tarde de verano


    Fecha: 07/09/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Fantasma Verde, Fuente: CuentoRelatos

    ... impregnó de su perfume; estaba cautivada con la presencia de aquel hombre mayor que no le quitaba la vista de encima.
    
    Alejandra se sentó junto a Raúl, que veía sus pechos sin disimulo, y lejos de incomodarse empezó a sentirse nerviosa. De cierta manera le recordaba a su maestro, que era amable y directo como él. Any bromeaba y se reía tomándolo del brazo sin dejar de ver a su amiga, que se sentía ruborizada por la cercanía de aquel hombre mayor.
    
    Después de un rato de conversar, Raúl le dice algo al oído a su amiga y esta se ríe dándole un pequeño golpe en el pecho.
    
    - Nos está invitando a su casa y quiere ver lo que compré. ¿Nos acompañas? -Le preguntó Any.
    
    - Claro que no. ¿Cómo crees? – Contestó Alejandra ruborizada entre risas, aunque se moría de ganas por ir con ellos. Tenía curiosidad y estaba empezando a excitarse.
    
    - Solo será un rato, lo prometo. -Insistió con un guiño. Raúl la veía atento con una sonrisa sin decir nada.
    
    Le dio un vistazo rápido a su entrepierna y finalmente accedió. Any y Raúl caminaron tomados de la mano hasta el estacionamiento.
    
    Camino a su departamento, Raúl no paraba de mirar a Alejandra en el espejo retrovisor. Sentía que aquella mirada llena de lascivia la desvestía lentamente, y el hormigueo inconfundible del deseo se hizo presente. Dejó de ponerle atención a su amiga y divagó en sus pensamientos, centrados en los encuentros de Any con aquel hombre que la miraba con deseo. Se acarició el pecho y Raúl le guiñó un ojo.
    
    A ...
    ... los tres les pareció una eternidad llegar hasta su casa, que estaba bastante alejada de la ciudad. Era una edificación grande que les mostró casi cuarto por cuarto. Al finalizar el recorrido, Raúl preparó un par de bebidas y se las entrego, con una sonrisa maliciosa en los labios. Alejandra estaba nerviosa y tras darle un trago, descubrió que su respiración se estaba agitando. Sentía la curiosidad del deseo y sobre todo el morbo de estar en aquella casa, que había sido escenario de varios encuentros con su amiga.
    
    Any se sentó junto a Raúl, y no paraba de ver los pechos de su amiga. Ambas se dieron cuenta de eso y se hizo una cierta atmosfera de tensión que Alejandra se moría por romper, pero se negaba a dar el primer paso. La plática entré los tres se volvió cada vez más íntima y, entre risas nerviosas, Alejandra confesó no ser virgen. Hecho que hizo brillar los ojos de Raúl, que la miraba con deseo ya descaradamente. Any estaba plenamente excitada por ese momento de morbo, pues recordaba cómo había sido la primera vez de su amiga. Quería dar más detalles al respecto, pero esperaba que ella lo hiciera. Poco a poco Raúl se fue acercado a Any, que lamía sus labios con deseo, y esperando un beso de aquel hombre mayor que la había poseído en cada cuarto de su casa.
    
    Puso una mano en el bulto de Raúl y se besaron. Fue un beso lento y largo, cargado de erotismo y deseo. Alejandra veía sus lenguas jugar mientras las manos de su maduro amante aprisionaban los pequeños pechos de su ...
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