Chantaje a mi puta perra (XVII) - Relatos Eróticos

Chantaje a mi puta perra (XVII)

... cocina.

-Cada día me gustas más.

-Jara. -Gracias.

-Juani. - ¿Puedo hablar?

-Si, pero como veo que tú no estás al corriente, tengo una norma, mientras yo no diga lo contrario en desayunos, comidas y cenas, no hay tratamiento. ¿era esa tu pregunta?

-Juani. -Jajaja, si Raul.

- ¿Hasta cuándo os quedáis?

-Juani. -Nos quedamos hasta mañana, pero yo no creo que pueda ir a la comida Raul, no sabría que decirle a mi marido.

-Por eso no te preocupes, tú vas a venir a la comida, yo me encargo del cornudo de tu marido, y no preguntes, solo está preparada para cuando te recoja tu cuñada.

Casi llora de felicidad.

-Juani. -Me da igual si me castiga por saltarme sus normas, pero gracias, gracias amo.

-Jajaja no pasa nada y me gusta hacerte feliz, y vamos a desayunar.

Me acorde del whatsApp de Yolanda.

“Perdona la hora Yoli, pero no puedo esperar más, ¿te puedes creer que me he corrido dos veces ya, y sin tocarme?, dile a tu amo que acepto, que haga de mí lo que desee, me ayude o no salir de aquí, hare lo que él me pida”

Me salió una sonrisa y le pase el móvil a Jara que al leerlo se le escapo una carcajada.

-Ahora llamas a Yolanda, la vas a ir a recoger tú, y le dices que llame a Carmen y que la quiero en la comida, que le diga que lo mismo no tiene que volver al hotel, y también te encargas de recogerla.

-Jara. -Ahora cuando suba a mi habitación la llamo.

En ese momento sonó su teléfono.

-Jara. -Dime Mimi, ya era hora de que dieras ...

... señales de vida.

-Mimi. -Estaba muerta, y esta sigue durmiendo tita, ¿qué hago?

Me lo paso a mí.

-Despiértala e ir preparándoos, ducharos, recoger todo incluido lo de tu tía y subiros a mi habitación, nosotros no tardamos nada.

-Mimi. -Si amo.

Colgué y terminé de desayunar, comprobando que el resto tenían aún para un ratito más, pues estaban de chachara, me levanté…

-Terminar tranquilamente, voy a pasar por la habitación de mi perra, a dar unas instrucciones, tú y el cornudo podéis iros, luego te decimos donde vamos a comer.

-Raquel. -Como digas, pero para comer podemos ir al Ojeda a la sala privada, esta céntrico, si quieres llamo y si está libre hago la reserva, ¿cuántos somos?

-Jara, Lu, Mimi, Julio, Ceci, Gema, Yolanda, Carmen, Isa, Juani, Ana tú y yo, en total 13

-Raquel. - ¿Y Lucía?

-No, ella según creo se va con la madre, pero de todas formas reserva para 14 por si acaso y si no estaremos más cómodos, ahora me dices lo que sea.

Salí del salón y me dirigí al ascensor, no tardando en estar tocando en la habitación de Isa.

Al entrar vi a Gema y Ceci sentadas con cara de circunstancias y a Isa y Diego alterados.

-¡¡¡Qué coño pasa aquí!!!

Vi que Isa estaba con lágrimas en los ojos.

-Diego. -Nada que te importe.

-Creo que estas muy equivocado, me importa y mucho, y como te dije ayer, hoy eres libre de seguir con tu vida maricon (lo recalque con fuerza), pero tu mujer es mía, que te quede claro y tú no eres nadie, asi que tienes tres ...