1. Una carta a mis bullies


    Fecha: 17/09/2024, Categorías: Dominación / BDSM, Fetichismo Gays Autor: Uranides, Fuente: SexoSinTabues30

    **La siguiente es una obra ficticia pero inspirada en algunas fantasías que tenía cuando era adolescente en la escuela secundaria. Pueden usar la sección de comentarios para complementar la fantasía con toda confianza. Yo se los agradecería mucho.**
    
    Hola, soy Ángel Orellana y me gustaría escribir una carta a mis bullies.
    
    Cuando era niño tenía un sueño recurrente. Nunca se lo dije a nadie pues era muy extraño, casi perturbador. En este tendría yo unos seis años y un chico mayor que yo, hijo de una vecina, me llevaba a mi habitación, me desnudaba completamente, me ataba a un palo y me ponía a girar sobre una fogata que había encendido en la cama para cocinarme como un puerco desnudo dándome vueltas lentamente mirándome con una deliciosa malicia en sus ojos. Yo no me defendía, le permitía hacer lo que quisiera conmigo en silencio. Mientras tanto, mamá estaba ahí, a unos metros de nosotros platicando con la madre del chico que me cocinaba y mi madre no se inmutaba, como si no importara lo que me hacían. ¿Qué significaba ese sueño? Hoy estoy convencido que era mi mente diciéndome que era un debilucho que se dejaría abusar por los demás y que solo tenía una forma de superarlo, asimilando mi inferioridad y el abuso como parte de mi vida. Pues en ese sueño sentía rico esas flamas en mi verga y huevos, me sentía excitado de verme desnudo frente a los ojos malvados de un chico abusivo de doce años y me dejaba hacer eso porque sabía que no quería defenderme. Me gustaba mucho que ...
    ... ese chico me maltratara así a tal grado que se me paraba la verga. Era mi mente diciendo que era puto, pero entonces no comprendía lo que era la sexualidad.
    
    Como todo chico tuve que ir a la escuela secundaria y ahí estaban mis bullies. Al principio todo estaba bien; no me hacían nada. Entonces se me acercaron y me empezaron a molestar. Primero con bromas injustas, luego abiertamente con apodos chistosos y humillantes. La risa de los compañeros era lo que dolía. Una broma y todos se reían de mí. Si hubiera sido fuerte me habría defendido, pero ellos sabían que no lo era y me hicieron sentir pequeño frente a todos sabiendo que no me defendería.
    
    Temeroso de más burlas no se lo dije a nadie. Solo mis amigos de la escuela sabían que me molestaban, pero a ellos no les importaba pues meterse con ustedes hubiera sido un error. Ustedes eran más grandes que yo, más seguros de sí mismo que yo, mucho más agresivos que nadie. Me daban miedo, me sentía indefenso frente a ustedes, me aterraba que se enojaran conmigo y me daba miedo que me golpearan. Así pues, abrí la puerta a su abuso y tomaron así posesión de mí.
    
    Luego entré en la adolescencia y mi cuerpo despertó. Era el momento de descubrir la sexualidad y definirme. Normalmente uno mira a las chicas, pero en una escuela de varones no hay muchas que mirar y por alguna razón, durante la formación para ingresar a las aulas luego del recreo, miraba el culo de los compañeros. Entonces no entendía por qué lo hacía, solo lo hacía por ...
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