Accidente con mi hermana - Capítulo final
Fecha: 19/09/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: Bardric, Fuente: TodoRelatos
... estaba perdiendo.
- Puedes mirar.
Se mordió el labio y negó ligeramente con la cabeza. Sin dejar de penetrarla, le quité las manos de la cara. Se resistió, pero no con fuerza. Incluso después de quitarle las manos, mantuvo los ojos cerrados.
- Vamos, tienes que verlo. - la animé de nuevo.
Lenta pero segura, abrió los ojos y miró su coño bien lleno. Su mandíbula se desencajó y sus ojos se abrieron de par en par mientras miraba como mi polla penetraba repetidamente su coño. Abrumada por la visión después de sólo mirar durante unos segundos, sus ojos rodaron a la parte posterior de su cabeza mientras su cuerpo comenzó a temblar en oleadas de éxtasis al que su orgasmo la llevó. No me detuve y seguí machacándola. Claudia estaba sin aliento y con los ojos desorbitados cuando dejó de temblar. Sólo entonces detuve mi implacable descarga sobre su coño. Todavía al borde del abismo, dejé que ambos nos calmáramos. Pero no por mucho tiempo.
Al salir de ella, un fino chorro de semen salió de sus labios. Un hermoso espectáculo, pero aún no habíamos terminado.
- Todavía tenemos tiempo, es tu turno. - le dije a Claudia.
- Hmmm, ¿me toca a mí? —preguntó todavía algo confusa.
- Sí, esta vez te toca a ti. - le dije mientras la ayudaba a levantarse.
Ella juntó las piernas cerrando los labios de su coño mientras se levantaba. Menos mal que lo hizo o habríamos hecho un verdadero desastre en el sofá. Aun así, eso no impidió que un pequeño chorro corriera por el ...
... interior de su muslo. Al sentirlo, se lo limpió con la mano. Levantándola y examinando los fluidos combinados empezó a sonrojarse de nuevo. Como no sabía qué hacer con él, se lo unto en el clítoris y alrededor de la parte superior del coño donde habría estado el pubis. Después de ver su coño reluciente, me moría de ganas de volver a entrar. Tomé mi lugar en el sofá, todavía caliente e incitando a Claudia a seguir.
Me costaba creer que después de todo esto siguiera siendo tan tímida. Al final se montó sobre mí y guió con cuidado mi resbaladiza polla hasta su húmeda entrada. Tanteé tratando de llegar más profundo, pero ella se mantenía demasiado alta para mi alcance. Frustrado, la agarré por las caderas y tiré de ella hacia abajo. Soltó un grito de sorpresa y me sujetó mientras se adaptaba. Tras una breve pausa, se inclinó hacia delante apoyando las manos en mi pecho y empezó a ascender. Justo cuando estaba a punto de salirme, volvió a sentarse y volvió a engullirme la polla. Después de tres lentos movimientos, empezó a acelerar el ritmo y en menos de un minuto ya me estaba cabalgando de verdad. Mi clímax se acercaba y se lo hice saber.
- ¡Me corro!
- Todavía no. - dijo mientras redoblaba sus esfuerzos.
Incapaz de contenerme por más tiempo, mis pelotas se apretaron mientras llenaba su útero una vez más. Al sentir los chorros calientes que la llenaban, Claudia arqueó la espalda y echó la cabeza hacia atrás mientras se corría conmigo. Totalmente agotada, mi polla empezó a ...