1. Priscila


    Fecha: 22/09/2024, Categorías: Bisexuales Infidelidad Transexuales Autor: Riseva, Fuente: SexoSinTabues30

    ... su figura. Era realmente de todo mi gusto, una blusa delgada y ajustada, dejando ver la forma de sus pechos y sus pezones. No muy grandes, más bien pequeños pero bien formados y una falda que le tapaba lo justo, un trasero redondo y paradito.
    
    – Bailamos? – me preguntó quitando su impermeable de mi mano, dejándolo en una silla.
    
    – Me llamo Priscila – me dijo al oído mientras bailábamos suavemente muy pegados.
    
    – Hola Priscila, me llamo Cristian – le dije algo nervioso por la proximidad y la presión sobre mi erección.
    
    – Hola Cristian, cómo estás? –
    
    – Bien y tú? –
    
    – Bien caliente – me dijo tomando mi mano de su espalda poniéndola en su trasero. Pude notar que era real, sus nalgas bien formadas estaban muy duras. Acaricié y apreté sus nalgas.
    
    – Te gustan ? – me preguntó pasando su mano por sobre mi pantalón justamente donde estaba mi erección. Su perfume, su voz suave, su respiración en mi cuello, sus nalgas y su mano me tenían loco.
    
    – Si, me gustan mucho – le respondí dándole unos apretoncitos. Ella se giró poniendo sus nalgas en mi erección y mis manos en sus pechos, se movía rítmicamente restregando su trasero en mi mi miembro.
    
    – Te gustaría cogerme? – claro que me gustaría, pero todo iba tan rápido que no había tenido tiempo de pensar en nada. Ni siquiera en mi esposa ni que le estaba siendo infiel.
    
    – Cuánto cobras? – le dije directamente rompiendo el romanticismo.
    
    – Cien –
    
    – Dolares? –
    
    – Obvio –
    
    – No tengo cien dólares en éste momento ...
    ... –
    
    – No importa, sólo paga el motel y después me pagas lo demás –
    
    La verdad es que estaba tan excitado que no pensaba en nada más.
    
    – De acuerdo – le dije. Tomó su impermeable, le ayudé a ponérselo y salimos del departamento.
    
    Todo no duró más de una hora. No había tenido tiempo de pensar, ahora iba con una chica a un motel. Mientras conducía ella no dejaba de acariciar mi erección.
    
    – Quieres que te lo chupé? – me preguntó sobresaltándome.
    
    – Ahora? –
    
    – Si, ahora – tratando de bajar el cierre del pantalón.
    
    – No, ahora no, voy manejando – le dije y sacando mi mano de entre sus muslos saqué la suya de mi erección. Y tal como uno se apura para llegar al baño, hundí el pié en el acelerador.
    
    Entrado a la pieza me ayudó a sacarme la chaqueta y yo su impermeable. Con habilidad soltó el cinturón y bajando el cierre de mi pantalón lo dejó caer, en seguida bajó mi slip dejando mi erección apuntado hacia ella.
    
    – Me gusta – dijo tomándola y acariciándolo. Su mano suave y su destreza me hacían disfrutarlo. Intenté meter mi mano debajo de su falda pero no me dejó.
    
    – Déjame tocarte – le dije.
    
    – Soy una chica trans – dijo mientras su mano subía y bajaba por mí miembro.
    
    – Éso qué significa? – Le pregunté.
    
    – Que tengo un pene igual al tuyo – me dijo.
    
    – Quiero verlo – le dije pensando que era una broma. Se soltó la falda y la dejó caer. El glande rosado de su pene asomaba largamente por fuera del calzón, bajó su calzón liberándolo completamente. Ver se ...