-
Laura, recién divorciada
Fecha: 01/10/2024, Categorías: Hetero Autor: Pablo Almeyda, Fuente: CuentoRelatos
Una serie de eventos extraños y fortuitos me hicieron vivir una de las experiencia más alucinantes de mi vida. Mi ex Paula era un ser sexual, siempre dispuesta a todo y a experimentar. Parte de eso era filmar videos y subirlos a una plataforma de videos porno. Cuando la conocí estaba en Buenos Aires estudiando cine, así que sus videos eran de muy buena calidad. Con el tiempo yo también aprendí a filmar, iluminar y editar esos videos y es algo que hasta he aplicado en mi trabajo. Siempre evitamos que se vieran nuestras caras u otros rasgos que pudieran identificarnos. Filmábamos en mi departamento y aprendimos a dejar la habitación en modo "estéril", sin nada que saliera en cuadro que pudiera identificarnos. Nos divertía, nos excitaba y tenía muchas visualizaciones. Cuando Paula y yo rompimos el canal quedo en desuso. Subí un video aclarando que no iba a haber más videos. Varios meses después por curiosidad o nostalgia entré al canal y miré los mensajes privados. Entre muchos mensajes de tipos diciendo tonterías había un mensaje que decía "Necesitas una nueva actriz?". Borré todos los mensajes menos ese, pero no lo conteste. Ese mensaje me quedo rebotando dentro de la cabeza. Después del trabajo volví a pensar en ese mensaje. Respondí "Puede ser." La respuesta fue solo una dirección correo electrónico. Le escribí cauteloso. No tenía intención de filmar videos con cualquiera, en realidad no tenía intenciones de filmar con ...
... nadie. Pero a partir de los correos me fui dando cuenta que se trataba de una persona interesante e intrigante. Escribía perfectamente, era clara, concisa y divertida. Daba vueltas a la hora de darme una buena razón para filmar un video. Una semana después de haber intercambiado el primer correo pasamos a comunicarnos por WhatsApp. Lo primero que hice fue ver su foto de perfil, pero tenía un dibujo genérico. Nos comunicamos más o menos por 2 meses mediante mensajes hasta que un día decidimos vernos. Ya habíamos intercambiado un par de fotos y nos habíamos puesto de acuerdo en los detalles del video que íbamos a filmar. Llegue a la cita 10 minutos antes de lo pactado, para darle la oportunidad de arrepentirse a ella. Busqué la mesa más alejada del salón del café donde habíamos decidido encontrarnos. El mozo se acercó con cara de que le fastidió caminar hasta una mesa tan alejada. Pedí un capuchino. Mientras tomaba el café la vi llegar. La reconocí de inmediato, pero no por eso deje de sorprenderme. Media un metro setenta y llevaba el cabello negro largo recogido con un gancho. Pendientes de perlas. Me miró y sonrió tímida, dejando al descubierto unos dientes totalmente blancos. Llevaba puesta una camisa blanca con dos botones desabrochados, un Jean y zapatillas. Colgaba de su hombro una cartera de cuero marrón y poco demasiado grande. Se notaba que tenía unas buenas caderas, aunque era esbelta. Me puse de pie para recibirla y ella se ...