Coño peludo - Relatos Eróticos

Coño peludo

... zorra maricona como me gusta tener un limpiador.

Me dispuse a clavar mi lengua y mi boca en el centro de aquella raja separando la bata de pubis que la cubría para encontrarme con una ancha raja flanqueada por unos grandes labios vaginales y un clítoris como si fuese un diminuto pene que al contacto con mi lengua se estremecía.

No terminé mi limpieza cuando ella entró en un orgasmo salvaje en el que sentí como mi cara era salpicada como si estuviera oriendose sobre mí si yo apartar mi cara de usted todo aquel manjar.

Mi lengua ahora recorría toda aquella raja entre su ano y clítoris a gran velocidad hasta que conseguí que ella se corriese por segunda vez mientras se retorcía sus pezones.

El hombre que se encontraba sentado a la mía viendo como daba placer a su mujer tenía la polla a cien y yo lo dude un segundo en volverme a meter en la boca para degustar aquel pollón todo lo posible.

Los jadeos del hombre y las palabras sucias de la mujer me animaban a comer aquella verga y sus grandes pelotas con gran pasión.

Ella_ porque no te comes el culo de mi marido como te has comido el mío seguro que te gusta putita seguro que lo estás deseando.

No era la primera vez que me comía un culo de un tío así que levante sus piernas y me encontré un rico agujerito donde mi lengua empezó a primero lubricarlo para luego prácticamente follarlo mientras el hombre decía que siguiese y la mujer me insultaba.

Ella_ joder cariño estoy como una moto fóllate a este maricón ...

... métesela hasta los huevos.

No me dio tiempo de preguntar la posición en la que quería que me colocase cuando este me tumbó boca arriba se colocó un preservativo y empezó a lubricar mi agujero con dos dedos para luego acercar la punta de su nabo y empezar a presionar mientras sujetaba mis piernas sobre sus hombros fue sentir como aquel capullo traspasaba el umbral de mi esfínter y después de un pequeño jadeo como este me la clavaba hasta los huevos haciéndome cierto daño y a su vez salir un pequeño grito de mi boca.

La mujer estaba como poseída animando a su marido a que me la metiese mira adentro momento en el que se sentó sobre mi cara y empezó a restregar todo su coño y su culo sintiendo como en pocos segundos mientras se frotaba el clítoris me mojaba absolutamente toda la cara con un sabor entre flujos y orina.

Después me puso de a cuatro y en esa posición la mujer me ofreció su culo al que me agarré con ambas manos separando sus nalgas podía ver como cada vez que mi lengua salía de aquel estrecho culo su agujerito se cerraba para volver a recibir en cada embestida mi lengua que lo perforaba.

Mis piernas me flaqueaban y mi ano empezaba a estar dolorido a pesar de aquello yo mismo echaba mi culo para recibir aquel pollón, la mujer tuvo otro orgasmo mientras se frotaba su coño y recibía mi lengua en su ano.

Las embestidas y los jadeos cada vez más agitados del macho intuía una eminente corrida este salió de mis entrañas quitándose el preservativo se puso delante ...