1. Retomando la relación con mi hermanastra


    Fecha: 08/10/2024, Categorías: Incesto Autor: Manu F, Fuente: CuentoRelatos

    ... besarme.
    
    Fue un beso largo, húmedo y suave que me excitó muchísimo. Llevaba años soñando y masturbándome con la imagen de ese beso, con esos labios carnosos en esa cara preciosa, con los mechones de su flequillo cayendo sobre mi frente. Mientras nos besábamos yo me fui dejando caer sobre el sofá, y ella con todo su peso encima de mí. Rápidamente se puso a horcajadas encima de mi polla, ya muy dura a estas alturas, y se empezó a restregar contra ella, soltando de vez en cuando unos gemidos, mientras me besaba y se iba quitando las pocas prendas que le quedaban.
    
    Se quitó el top transparente azul, dejando al aire la pequeña camiseta interior que ya le veía antes, y acto seguido me quitó a mí mi camiseta, momento que yo aproveché para sacar sus tetas, sus preciosas tetas que veía por primera vez pero que eran tal como me las imaginaba. Disfruté durante un instante del contacto piel con piel, de cómo jugaban sus pezones con los pelos de mi pecho, cómo se aplastaban al echarse hacia delante, pero rápidamente las cogí y me las llevé a la boca, besándolas sin parar, succionándolas, chupando una y otra sin decidirme cuál me gustaba más. Enterré la cara en su pecho hasta sentir que podría correrme solo con la suavidad de su piel, momento en que decidí quitarle los pantalones vaqueros que llevaba.
    
    Por fortuna ya se había quitado antes las botas para estar más cómoda, así que simplemente desbroché su pantalón y se lo bajé un poco, permitiéndome ver el pequeño tanga de encaje ...
    ... negro que llevaba. Aproveché que ella se lo terminaba de quitar para deshacerme de mi pantalón y mis calzoncillos, dejando al aire como un resorte mi polla empalmada.
    
    En cuanto la vio se echó a ella impulsivamente, besándola, oliéndola, saboreándola. Me dio unos besos muy lentos en el glande, y pasó su lengua por todo el tronco, poco a poco, con ambas caras de la lengua, mientras me miraba a los ojos, y yo le suplicaba que se la metiera en la boca. Eso fue lo que hizo al instante. Se metió mi polla en su boca, y se la metió entera, y empezó a jugar con la lengua dentro de su boca, dándome un gusto en el frenillo que pensé que iba a correrme al segundo.
    
    Se sacó la polla de la boca y aproveché para besarla, saboreando de su boca todo lo que había saboreado de mi polla, lamiendo con ansia su boca y su lengua.
    
    Me recliné una vez más y ella se sentó de nuevo sobre mí, pero ahora sin ningún impedimento entre medias, sujetó mi polla con su mano y se la metió con un solo movimiento.
    
    El placer que sentí fue indescriptible, fue un placer cálido, cariñoso, húmedo, que conjugaba perfectamente con los besos que me daba, en los labios, en la frente, en las mejillas, haciéndome sentir muy afortunado, y cada vez más cerca del clímax.
    
    Dejé por un instante de amasarle las tetas y las bajé a su culo, un culo redondo y bien formado, suave y grande, que estuve agarrando y acompañando cada movimiento que ella hacía arriba y abajo botando sobre mi polla.
    
    En ese momento éramos bestias ...